Bruna Burboise®: Crónicas de una Perra Bipolar®

Yo soy Bruna Burboise: De día, una dulce perrita de casa. De noche, letal espía y asesina a sueldo.

miércoles, julio 02, 2008

Capítulo 4.6: Quinceañera (Parte 2)

“Mira nomás que re chula te ves mijita!”, dijo gritando frente a todos los invitados. “Ven mamacita, te voy a presentar a toooda la gente que vino a conocerte el día de hoy”.

“I can´t hardly wait, señora…”, repliqué sin interés.

Ustedes se preguntarán por qué siendo como soy no hice una escena de las que acostumbro. Bueno dos cosas, la primera es que evidentemente me había tomado mis mommy’s little helpers para no sufrir tanto al momento de ponerme el ajuar que tan amablemente me había sido impuesto regalado y la segunda razón era sencillamente porque ya estaba planeando cómo vengarme de la vieja ridícula esa.

Así que haciendo gala de toda la diplomacia de la que soy capaz, saludé a cuanto naco me presentaron. Porque vamos a ser honestos, esta gente podrá ser crème de la crème o incluso celebridades del mundo latino en Los Angeles, pero a leguas se ve que todos son descendientes de wetbacks que casi siempre salen del país buscando una mejor vida porque en México…¡sólo son sirvientes! Así que estaba yo en una fiesta de puros sirvientes venidos a más y no me gustaba nadita la idea.

“Jinx, hasta Cande nuestra muchacha se ve más fina que estos, ¿por qué les tengo que hacer reverencias? ¿qué no es al revés?”

“Ay Bruna, ¿qué te digo? Estoy igual de sorprendida que tú y eso que no tengo complejo de española como tú”, contestó Miss Jinx confundida.

Comenzaba a pensar en que el Alcalde me había contratado con una falsa amenaza de atentado en su contra y armado todo el numerito pues le salía más barato que contratarme como guest star. Seguramente se enteró de mis honorarios por asistir al cumpleaños de aquél principe de Medio Oriente y se espantó. El punto es que yo no veía amenaza por ningun lado. La casa estaba llena de seguridad y me aprecía poco probable que alguien pudiera entrar a esa templo churrigueresco con facilidad.

La noche transcurría llena de “folklor mexicano” (siempre a la gringa, claro): mucho mariachi de trajes rojos, concheros con penachos intensos, un ballet con vestidos típicos de Veracruz en colores pastel, una señora con un frutero en la cabeza y demás atrosidades.

“Miss Jinx estoy a dos de arrancarme este moño de la cabeza, ¿ni siquiera pudieron darme uno de tela? Este es de regalo y ni se usa así, ¡de donde sacaron tal barbaridad!”, dije furiosa cuando fuimos a retocarnos el maquillaje. “Estoy hartaaaa”.

“Calma Bruna, las dos parecemos piñatas, pero estamos trabajando.”

“Trabajando nada Jinx, esta gente no está en peligro”, contesté indignada. “Solo nos quieren para embellecerles la fiesta, y lo entiendo la verdad, ¡¡pero yo no tengo por que mezclarme con tanto pocho!!”

Al salir del baño, Candy la muchacha del servicio nos interceptó y nos llevó a la cocina pues necesitaba decirnos algo.

“A ver Candy, cuentanos qué sucede y hazlo rápido que si Conchita se entera que estamos aca va a creer que también la hacemos de sirvientas y eso sí que no”, dije apresurando a la muchacha.

“Mrs. Concha es mala”, dijo casi susurrando. “Ella es la que quiere matar al señor pues quiere quedarse con su dinero y su puesto”

“¿¿¿El crimen de la moda en dos patas???” pregunté sorprendida.

“Si eso aseguraría a Mrs. Concha seguir explotando a los niños pobres del condado. Yo misma la he escuchado hablar de sus planes con su comadre cuando les sirvo su café de olla todas las tardes.”

“Corriente y trepadora…Combinación letal ¿Pero para qué quiere a los niños?”

“Ella los explota a sus anchas”.

Para no levantar sospechas salimos con unas charolas de bebidas cuando Concha comenzó a gritar:

“Caaaaaaandy!!! Trae el mezcal del señor. Y apurate que ya se le esta bajando la borrachera y tú no lo aguantas en las noches cuando está sobrio”, gritó descocida enfrente de los invitados que rieron con su chiste.

“Qué pesada es esta señora…Jinx agarra la charola y sal, vamos a pretender que haremos un baile en honor de la quinceañera, porque si nos descubre va a sospechar que ya sabemos qué trama”.

Salimos de la cocina cargadas de una charola con varias copas y una botella al centro. Fue lo primero que se nos ocurrió.

“¿Bruna estás segura de esto?” susurró Miss Jinx temerosa.

“Cállate y sigueme la corriente. ¡Y ni se te ocurra dormirte!”, contesté sonriendo a la concurrencia que estaba ansiosa por saber qué haríamos.

“Ahora damas y caballeros Miss Jinx y yo bailaremos para ustedes una danza típica mexicana en honor de nuestra festejada que mañana será presentada como señorita en sociedad, la bellísima Nayeli Haydée.”

Sonaron los aplausos y comenzamos a bailar, primero en círculo para un lado y luego al otro, la verdad no sabía ni qué estaba haciendo pero tenía que seguir. Cuando vi a Miss Jinx medio mareada decidí cambiar el paso y ahora ibamos hacia delante y hacia atrás siempre con la charola arriba. Luego las pusimos en el piso y comenzamos a servir copas y después las prendimos.

Mientars el alcohol se consumía seguimos dando vueltas. La concurrencia aplaudía complacida y justo cuando pasaba por donde estaba Concha, “tiré” sin querer una de las copas encendidas en su elaborado chongo de pelo sintético y obviamente se comenzó a quemar al instante.

“Mi pelooooo! Mi peloooo!” gritaba histérica.

“¡¡Oh por Dios!! ¡¡¡Qué tooooonta soy!!! Pero alguien me metió el pie…” dije inocente. “Dejeme ayudarla por favor”.

En la torpeza del momento Jix tiró su charola encima de Concha y el vestido que evidentemente era de tela corriente también se incendió. Concha terminó mojada y sin pelo tirada en el piso.

“Ay Sra. Concha estamos apenadísimas con usted por lo sucedido, solo queríamos hacer feliz a Nayelli Haydé”, dijo Jinx compungida.

“No se preocupen…ya mañana será otro día…”

“¡Ya se! Llamaré a una amiga muy especial para que sea la celebridad invitada el día de mañana y la fiesta luzca muchísimo, ¿le parece?”, pregunté.

“Si, has lo que quieras…” dijo subiendo a su cuarto.

Good. Bruna Burboise 1, la naca de Concha 0.

Al día siguiente hice una llamadita.

“Hola, Pau? Cómo estás corazón!!”

“Bruna eresh tu? Oh por Diosh, hashe añosh que no she de ti weeeeeeeeeeeeeey!”, contestó emocionada Paulina Rubio.

“Oye reina fíjate que en la noche tenemos una fiestecita muy importante y quisiera que vinieras a cantar una canción”.

“O shea obvio voy weeeey, nada mash porque tú me lo pidesh haré un shtop a mis enshayos para el conshierto de Alash wey y me lansho para allá. Viva la generashion!!!!”

“Ok, aca te veo. Traete tu dulceria completa, aca todos son muy golosos”, dije para finalizar y colgué. “Esta mujer está muy loca, ya se le van las cabras muy feo, pero bueno ella será quien termine con todo esto.”

Nos dedicamos a arreglarnos durante el día porque como seríamos damas nos pondrían hasta la maceta en la cabeza y 40 kilos de maquillaje.

“No cariño, yo no uso Angel Face. Lo mínimo que dejo que me pongan en la cara es MAC. Si no tienes, ni se te ocurra tocármela”, dije a la maquilllsta. “Como me van a peinar, quiero que tengan cuidado estas extensiones son carísimas, no son del Sally Beauty Supply como las de las demás, así que con muchísima delicadeza”.

“Oh no, no quiero comer, gracias. Me bota la panza y como el vestido es de satin verde, no me vería bien. Es que si nadie tuvo buen gusto para elegir los vestidos y las telas, yo tengo que tenerlo para no verme panzona como todas las demás, seguí diciendo. “Oops, chicas, no sabía que estaban aca, pero bueno ya lo escucharon. Se ven panzonas. Igual con una faja se les disimula, pero no son milagrosas.”

“¿Bruna qué te pasa?” preguntó Miss Jinx consternada.

“Lo siento Jinx. En todo este tiempo no he dicho nada horrible y me he aguantado. En este momento es superior a mí”, contesté.

“A ver tú Candy, traeme champaña no este vino espumoso que no soy tonta. Vi unas botellitas en la cava del señor. Abrelas y vente que te invito una copa. Si preguntan quién fue les decimos que fue Concha en depresión.”

Seguí con mis demands toda la tarde. Estaba harta de ser tratada como si yo fuera cualquier persona.

Y asi transcurrió la iglesia, parte de la fiesta, la gatita esta bailó su bailecito, brindaron con ella, le regalaron hasta un guajolote para hacerlo mole y todo siempre con el hilo conductor de toda esta aventura: el pésimo gusto. Voy a obviar que tuve que bailar un cachito del vals porque ni todas las drogas del mundo me van a borrar ese momento de la mente y no pienso compartilo aquí. En el momento justo invité a la concurrencia a sentarse y no seguir bailando la Macarena.

“Y ahora con ustedes la sorpresa que tenía preparada para ustedes….PAULINA RUBIO!!!!”

Paulina salió y mientras cantaba repartía unas bolsitas entre el público. Todos las abrían y veían que traían unas pastillitas de colores y las comenzaron a comer pensando que era la colación.

“¡Qué buena idea Bruna, mira que traer a tu amiga la Paulina! Oye y qué detallazo que nos trajo estas mentitas. Están un poco amargas ¿no?”, dijo extrañada Concha.

“Ay no Concha como crees es que son francésas, tú comtetelas, andale…” contesté.

Las mentadas pastillas no eran mentas. O sea estamos hablando de Paulina Rubio…¡eran tachas!

Asi que en menos de media hora todos los invitados incluyendo a la quinceañera, el Alcalde y Concha estaban en la pista trabados baile y baile y sude y sude.

“¡¡¡Como la vesh Bruna!!! ¡Ahora shi la fieshta comensho weeey! ¡Viva la generashion! Y puesh me voy a otra fieshta allá en casha de Eugenio, a ver shi le caes weeeey”, dijo mientras se iba.

“Si, si gracias por el favor querida…y por los dulces, no esperaba menos de ti ¡Ciao!” contesté.

Todos, incluso los guardaespaldas del Alcalde estaban bajo los efectos del extásis. Asi que ni cuenta se iban a dar de si algo sucedía.

“Jinx vigila a Concha mientras yo veo la manera de sacar al Alcalde”.

Buscaba una salida y de pronto sentí un jalón de pelo. Era Concha que con lo trabada que estaba era lo único que podía hacer, pero traía una pistola en la mano y me estaba apuntando en la sien.

Miss Jinx no fue de mucha ayuda porque como siempre se quedó dormida y yo moría de miedo de que en un impulso descontrolado me disparara de verdad. Así que decidí tomar al toro por lo cuernos, en este caso a la tamalera de las greñas y arriesgarme.

La tomé del escote de corazón y le jalé el vestido con todas mis fuerzas.

“Así mato dos pájaros de un tiro. Te pongo en tu lugar y me deshago de tu vestido que desde que te vi con él tengo ganas de gritarte que es HORROROSO!!!!!!!!!”

“Tu no me vas a detener, yo voy a matar a mi marido y quedarme en su lugar” dijo con la mandibula trabada.

“Por supuesto que no, ¿tú sabes lo que sería eso? Años de mal gusto y nacadas. Te acabo de grabar y tengo pruebas para fundirte en la cárcel donde solo podrás vestirte de naranja”

Sin que se diera cuenta amarré un arnés en su cintura, envolví lo que quedaba de su vestido y la colgué en el centro del salón. Aproveché que todos estaban fuera de sí y les pedí que se acercaran.

“Y con ustedes…LA PIÑATA!!!!!! ¡A ver Nayelli Haydé, tu primero, mana! (OK, lo naco se pega…)

La quinceañera tomó el palo y como veía luces de colores en el vestido de Concha comenzó a pegarle y así fue pasando de uno en uno cada invitado. Hasta Jinx reaccionó y como le encantan las piñatas participó en aquel linchamiento involuntario. Concha murió mal vestida y a palazos. Saqué al Alcalde del lugar y le dí la cinta que incriminaba a su esposa.

“Gracias Srita. Bruna. Usted es muy atractiva y yo viudo, ¿quisiera casarse conmigo?”, preguntó románticamente.

“Jajajaajaj Alcalde, qué detalle tan más pretencioso de su parte….A ver, dejeme explicarle: usted es un ranchero bigotón y sin educación que tuvo suerte y llegó alto, yo en cambio, nací en cuna de oro y si algo me sobra es clase. ¿Usted de verdad cree que yo merezco alguien como usted? No lo creo. Búsquese otra Concha…¿quedó claro verdad? ¡Hasta luego!”, dije riéndome burlona.

“Jinx vámonos que Eugenio y Paulina nos esperan, me urge estar con los míos y que me traten como lo que soy…una perra bipolar fabulosa y adorable…”, y ambas salimos del lugar mientras nos quitábamos aquellos espantosos vestidos.

1 Comments:

At julio 02, 2008, Blogger AG1985 said...

SOY TU FAN BRUUUUNAAA!!

 

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