Capítulo 2.11: Kill The Idol (Part 1)
Cuando yo era muy pequeñita me gustaba subir al desván de mi mansión, pues estaba lleno de objetos viejos y olvidados. Miss Jinx y yo jugabamos con esas cosas creando aventuras inimaginables. Un buen día, jugabamos a las escondidas y ella era quién debía encontrarme, así que me escondí muy bien dentro de un baúl. Como tenía prisa, me metí sin fijarme y cuando abrí los ojos, dentro del baul y dispuesto frente a mí como si me estuviera viendo, había una estatuilla que llamó mi atención al grado de que me olvidé del juego y me quedé ahí, por horas, admirándolo. La pobre Miss Jinx me buscó incansablemente, pero no me pudo encontrar y se fue.
No estaba impresionada solamente por su belleza, sino por la manera en la que había llegado a mi vida, casi por casualidad. ¿O era destino? Poco después lo sabría y debo de confesar que hay veces en que quisiera que nunca hubiera aparecido.
Unas horas después salí del baúl y me llevé el figurín a mi cuarto. Lo puse en el tocador frente a mi cama de tal manera que pudiera verlo siempre. Mi obsesión era tal, que por un tiempo no salí de mi cuarto por no dejarlo solo, por no dejar que nadie me lo quitara. Todo lo hacía desde mi cuarto, incluso llegué a fingir estar enferma para poder estar con él todo el día.
Miss Jinx no entendía lo que pasaba conmigo y se comenzó a preocupar, así que decidió decirle a mi abuela (quien en ese momento se hacía cargo de mi). Mi abuela Charlotte quiso saber qué me sucedía y fue a mi cuarto. Cuando lo vió en mi tocador casi se va de espaldas.
“Bruna, ¿de dónde sacaste eso?”, me preguntó.
“Del desván abuelita, ¿no es lo más lindo que has visto en tu vida? Se llama Bo-Bo” contesté eufórica.
“Nena, tengo que llevarmelo de aquí, no es bueno que lo tengas. Estaba segura de que lo había tirado, no se cómo regresó al desván…”
“¿Pero por qué me lo quieres quitar? Es mío!!! Yo lo encontré!!!”
Tomó a Bo-Bo y al verlo comenzó a contarme su historia: “Este figurín viene de Brasil. Como sabes, tu abuelo y yo, viajábamos mucho y en una de nuestras visitas a ese país, conocímos a varios miembros de las Casas de Candomblé, un culto de origen totémico surgido en Africa y que tiene como base al “ánima” de la Naturaleza. El candomblé era una religión prohibida por la Iglesia Católica y practicada en su mayoría por esclavos. Hoy es una de las principales religiones establecidas en Brasil al grado de que los Orixás, los rituales y las fiestas son hoy parte de la cultura y el folklore de aquél país.”
Su historia era muy interesante pero comenzaba a aburrirme. ¡Yo quería saber por qué diablos no podía quedarme a Bo-Bo si a mí me gustaba tanto y a mí nunca me habían negado nada! En fin, seguí atenta, algo debía de salir. Mi abuelita no estaba tan senil como para divagar sin llegar a algún punto.
“Un orixá es lo que nosotros conocemos como Santo, pero para los africanos en la lengua Yoruba significa: "Ser sobrenatural" o "Ser Sobrehumano", es decir, algo que es superior a los hombres y está mucho más allá de ellos. El Orixá es energía pura, y esta energía esta presente en todas las cosas de la naturaleza, por eso cada Orixá tiene un dominio sobre un elemento -agua, piedras, mar, plantas”, continuó.
“Ok, muy interesante abuelita, pero CUT THE CRAP”, ordené.
“Mi niña, lo que quiero decirte es que esta estatua que tanto te gusta es un objeto de culto que me regalaron y por tanto, no creo conveniente que lo tengas aca. El candomblé se desvirtuó un poco y es utilizado para hacer hechizos y magia, así que prefiero que lo tiremos a la basura o mejor aún, se lo regalemos a mi amiga Marie Therese para alguna de sus odiosas subastas de recaudación de fondos para su museíto de Arte Popular.”
“Abuelita, dejame quedarmelo una noche más, por favor”, supliqué.
“Bueno, está bien, no me gusta la idea pero a ti no te puedo negar nada. Mañana lo mando con Marie Therese a primera hora”.
“A mí NADIE me niega nada abuelita, acuerdate que a eso me acostumbraron”
“Buenas noches, princesa”.
Mi abuela salió de mi habitación y yo comencé a sentir la pérdida de Bo-Bo aun sin haberlo perdido aun. Era una sensación de vacío tremenda, que no podía soportar, pero pues debía obedecer, porque de pequeñita siempre fui muy obediente en todo.
Me fui a dormir muy desilusionada. Tuve pesadillas. Soñé que Bo-Bo cobraba vida y salía volando por la venta no sin antes decirme que pagaría por haberlo profanado. Y por haberlo llamado Bo-Bo…
Cuado desperté Bo-Bo se había ido y la ventana estaba abierta. Entonces, ¿en realidad sucedió mi sueño?
Durante mucho tiempo tuve el mismo sueño. Bo-Bo aparecía continuamente con sus amenazas, pero nunca nada había pasado.
Hace poco, me llamaron de Brasil para una misión sin saber qué era lo que tenía que hacer y a quién me enfrentaría. No contaba con mayor información de la que le dieron a Madame La Rue.
¡Ash! ¡Me choca ir a Río a trabajar y no de vacaciones! De solo pensar en que no podré tomarme mis caipirinhas a gusto a la orilla del mar y con dos negrotes haciéndome aire, me puse de mal humor, pero ni modo, trabajo es trabajo, así que empaqué mis 9 baúles Vuitton y partimos con rumbo a Río de Janeiro. Un poco de samba me vendría bien.
Al llegar, escuchaba Cansei de Ser Sexy en el iPod para ambientarme y descubrir que Río era un caos, las ajetreadas calles de la ciudad carioca nos tenían con la boca abierta al admirar su particular belleza, mezcla de música, algarabía, furor y un toque de sordidez.
La verdad no íbamos ataviadas para la ocasión, nuestro look era más stylish y como me gusta viajar ligera, ni modo que me llevara otro baúl lleno de disfraces de carnaval y props, no ocupan mucho espacio por lo diminutos que son, pero aun así hubiera sido una exageración de mi parte.
Cada que la gente se daba cuenta que éramos mexicanas nos preguntaban por Thalía o Gloria Trevi. ¡Pero qué insulto más grande! Yo no seré tan conocida en Brasil, pero de eso, a que por ser mexicana me pregunten por esas dos muchachas-del-quehacer-con-suerte era muy diferente. Y es que nunca he entendido qué les ven, ambas son unas golfas venidas a más, una trepadora (y de las buenas) y la otra asesina y presidiaria.
Y peor aun me preguntaban por RBD. ¿Qué no entienden que yo nada tengo que ver con ese mundo de estrellitas de quinta? A mí que me pregunten por Salma, Angelina, Madge, no por esa bola de pretenciosos. En fin, me limitaba a mentir acerca de ellos y daba las mismas respuestas: “Thalía es una racista de lo peor y odia a los negros”, “Gloria Trevi ahora tiene un show donde lo hace con animales”, “RBD hace orgías con niños discapacitados”. La gente salía horrorizada y yo me divertía.
Una vez que nos instalamos en el hotel, nuestro principal contacto era una mujer que se hacía llamar Sandunga, muy rara por cierto. A mi parecer era una lugareña típica, alta, gran cuerpo, morena, ojos claros que contrastaban con el color de su piel, en fin, exótica es la palabra que mejor la describía. Si fuera más lista podría haberse venido a México y encontrar trabajo como modelo como Xuxu o conductora de programas de televisión de gente fea en un dos-por-tres. Los brasileiros son lo de hoy, ya quitaron ese lugar a los argentinos (que todos queremos de regreso en su país).
Sandunga nos contó que habían pasado una serie de cosas que tenían a toda la ciudad preocupada. Una extraña fuerza estaba succionando la energía del lugar, y eso era gravísimo tomando en cuenta que nadie podía mover un solo dedo de lo agotados que se sentían. Y todo esto era preocupante porque el Carnaval de Río estaba próximo y con esto, era obvio que la máxima fiesta carioca se viera amenazada.
¡Pobres! ¿Esa era su preocupación? ¡Qué pueblerinos! Es un carnaval de viejas chichonas semidesnudas exhibiéndose por la calle ante toda la bola de morbosos, al menos eso era lo que yo creía, no entendí sino hasta después el impacto que esta fiesta tiene en todos los aspectos de la vida de los habitantes de la ciudad. Sandunga no tenía más información al respecto así que decidimos comenzar a investigar.
Queridos lector@s, antes de continuar con el relato, debo decirles que durante todo el viaje mi energía también era muy baja, es como si me estuviera pasando lo mismo que a los habitantes de Río. Lo que no lograba entender es por qué.
Continúo. Durante nuestra investigación, fuimos localizando el epicentro donde se estaba conteniendo toda la energía. Llegamos al Amazonas y por supuesto que yo iba ataviada para la ocasión. Una falda bien chiquitita de gamuza que hacía juego con un top del mismo material, unas alpargatas divinas y un sombrero de caza aderezando el outfit. Esta vez no usé marcas, sino que compré todo con los lugareños, porque no se si sepan, pero es super nice comprar artesanía local, como cuando uno va a Oaxaca y compra huipiles preciosos con bordados espectaculares. La pobre Miss Jinx no entendió el concepto de sexy jungle woman y salió con un atuendo de indígena del Amazonas que no le favorecía nadita.
Mientras viajábamos por el extenso río en medio de la selva, varias veces escuché el ruidoso estruendo de los pájaros volando y el sonido de “algo” corriendo en medio de la selva. Llegamos a la ribera de una comunidad de indígenas y decidimos investigar.
Como me vieron tan espectacular de inmediato quedaron anonadados. Yo amablemente respondí “Gracias queridos, son ustedes muy gentiles. No es común ver a alguien tan hermosa como yo por acá, ¿no?” “Si ya se que luzco espectacular con este outfit” “¡OMG! Mi busto es firme en comparación del de ustedes reinas, usen a bra!”
Pero ellos más bien no nos veían con buenos ojos, y no podía yo estar más en lo correcto. De inmediato se nos fueron encima y nos lograron amarrar. Nos llevaron por entre la selva a su pueblo (que no tenía nada de pintoresco) y nos dejaron en el centro de la “plaza principal”.
El estruendo se volvió a escuchar.
“Miss Jinx, dime por favor que esto no es como King Kong. ¡No podría ser más cliché!” ¿¿¿Dos bellezas (bueno una y media), en el medio de la selva, capturadas y amarradas por una tribu de indios y presentadas como sacrificio a un ser superior??? C’mon!”
En realidad estaba un poco molesta, mi grado de indiferencia estaba subiendo. Extrañamente no sentía nada, ni miedo, ni nada. Mi poca energía me impedía sentir. Aun viendo lo que se aproximaba, sabiendo que podía ser algo terrorífico.
Los árboles caían, los pájaros volaban, las ramas crujían aplastadas en el piso. Miss Jinx estaba aterrorizada, con su pequeña patita apretaba mi mano pues estaba segura que ese era nuestro fin.
No estaba impresionada solamente por su belleza, sino por la manera en la que había llegado a mi vida, casi por casualidad. ¿O era destino? Poco después lo sabría y debo de confesar que hay veces en que quisiera que nunca hubiera aparecido.
Unas horas después salí del baúl y me llevé el figurín a mi cuarto. Lo puse en el tocador frente a mi cama de tal manera que pudiera verlo siempre. Mi obsesión era tal, que por un tiempo no salí de mi cuarto por no dejarlo solo, por no dejar que nadie me lo quitara. Todo lo hacía desde mi cuarto, incluso llegué a fingir estar enferma para poder estar con él todo el día.
Miss Jinx no entendía lo que pasaba conmigo y se comenzó a preocupar, así que decidió decirle a mi abuela (quien en ese momento se hacía cargo de mi). Mi abuela Charlotte quiso saber qué me sucedía y fue a mi cuarto. Cuando lo vió en mi tocador casi se va de espaldas.
“Bruna, ¿de dónde sacaste eso?”, me preguntó.
“Del desván abuelita, ¿no es lo más lindo que has visto en tu vida? Se llama Bo-Bo” contesté eufórica.
“Nena, tengo que llevarmelo de aquí, no es bueno que lo tengas. Estaba segura de que lo había tirado, no se cómo regresó al desván…”
“¿Pero por qué me lo quieres quitar? Es mío!!! Yo lo encontré!!!”
Tomó a Bo-Bo y al verlo comenzó a contarme su historia: “Este figurín viene de Brasil. Como sabes, tu abuelo y yo, viajábamos mucho y en una de nuestras visitas a ese país, conocímos a varios miembros de las Casas de Candomblé, un culto de origen totémico surgido en Africa y que tiene como base al “ánima” de la Naturaleza. El candomblé era una religión prohibida por la Iglesia Católica y practicada en su mayoría por esclavos. Hoy es una de las principales religiones establecidas en Brasil al grado de que los Orixás, los rituales y las fiestas son hoy parte de la cultura y el folklore de aquél país.”
Su historia era muy interesante pero comenzaba a aburrirme. ¡Yo quería saber por qué diablos no podía quedarme a Bo-Bo si a mí me gustaba tanto y a mí nunca me habían negado nada! En fin, seguí atenta, algo debía de salir. Mi abuelita no estaba tan senil como para divagar sin llegar a algún punto.
“Un orixá es lo que nosotros conocemos como Santo, pero para los africanos en la lengua Yoruba significa: "Ser sobrenatural" o "Ser Sobrehumano", es decir, algo que es superior a los hombres y está mucho más allá de ellos. El Orixá es energía pura, y esta energía esta presente en todas las cosas de la naturaleza, por eso cada Orixá tiene un dominio sobre un elemento -agua, piedras, mar, plantas”, continuó.
“Ok, muy interesante abuelita, pero CUT THE CRAP”, ordené.
“Mi niña, lo que quiero decirte es que esta estatua que tanto te gusta es un objeto de culto que me regalaron y por tanto, no creo conveniente que lo tengas aca. El candomblé se desvirtuó un poco y es utilizado para hacer hechizos y magia, así que prefiero que lo tiremos a la basura o mejor aún, se lo regalemos a mi amiga Marie Therese para alguna de sus odiosas subastas de recaudación de fondos para su museíto de Arte Popular.”
“Abuelita, dejame quedarmelo una noche más, por favor”, supliqué.
“Bueno, está bien, no me gusta la idea pero a ti no te puedo negar nada. Mañana lo mando con Marie Therese a primera hora”.
“A mí NADIE me niega nada abuelita, acuerdate que a eso me acostumbraron”
“Buenas noches, princesa”.
Mi abuela salió de mi habitación y yo comencé a sentir la pérdida de Bo-Bo aun sin haberlo perdido aun. Era una sensación de vacío tremenda, que no podía soportar, pero pues debía obedecer, porque de pequeñita siempre fui muy obediente en todo.
Me fui a dormir muy desilusionada. Tuve pesadillas. Soñé que Bo-Bo cobraba vida y salía volando por la venta no sin antes decirme que pagaría por haberlo profanado. Y por haberlo llamado Bo-Bo…
Cuado desperté Bo-Bo se había ido y la ventana estaba abierta. Entonces, ¿en realidad sucedió mi sueño?
Durante mucho tiempo tuve el mismo sueño. Bo-Bo aparecía continuamente con sus amenazas, pero nunca nada había pasado.
Hace poco, me llamaron de Brasil para una misión sin saber qué era lo que tenía que hacer y a quién me enfrentaría. No contaba con mayor información de la que le dieron a Madame La Rue.
¡Ash! ¡Me choca ir a Río a trabajar y no de vacaciones! De solo pensar en que no podré tomarme mis caipirinhas a gusto a la orilla del mar y con dos negrotes haciéndome aire, me puse de mal humor, pero ni modo, trabajo es trabajo, así que empaqué mis 9 baúles Vuitton y partimos con rumbo a Río de Janeiro. Un poco de samba me vendría bien.
Al llegar, escuchaba Cansei de Ser Sexy en el iPod para ambientarme y descubrir que Río era un caos, las ajetreadas calles de la ciudad carioca nos tenían con la boca abierta al admirar su particular belleza, mezcla de música, algarabía, furor y un toque de sordidez.
La verdad no íbamos ataviadas para la ocasión, nuestro look era más stylish y como me gusta viajar ligera, ni modo que me llevara otro baúl lleno de disfraces de carnaval y props, no ocupan mucho espacio por lo diminutos que son, pero aun así hubiera sido una exageración de mi parte.
Cada que la gente se daba cuenta que éramos mexicanas nos preguntaban por Thalía o Gloria Trevi. ¡Pero qué insulto más grande! Yo no seré tan conocida en Brasil, pero de eso, a que por ser mexicana me pregunten por esas dos muchachas-del-quehacer-con-suerte era muy diferente. Y es que nunca he entendido qué les ven, ambas son unas golfas venidas a más, una trepadora (y de las buenas) y la otra asesina y presidiaria.
Y peor aun me preguntaban por RBD. ¿Qué no entienden que yo nada tengo que ver con ese mundo de estrellitas de quinta? A mí que me pregunten por Salma, Angelina, Madge, no por esa bola de pretenciosos. En fin, me limitaba a mentir acerca de ellos y daba las mismas respuestas: “Thalía es una racista de lo peor y odia a los negros”, “Gloria Trevi ahora tiene un show donde lo hace con animales”, “RBD hace orgías con niños discapacitados”. La gente salía horrorizada y yo me divertía.
Una vez que nos instalamos en el hotel, nuestro principal contacto era una mujer que se hacía llamar Sandunga, muy rara por cierto. A mi parecer era una lugareña típica, alta, gran cuerpo, morena, ojos claros que contrastaban con el color de su piel, en fin, exótica es la palabra que mejor la describía. Si fuera más lista podría haberse venido a México y encontrar trabajo como modelo como Xuxu o conductora de programas de televisión de gente fea en un dos-por-tres. Los brasileiros son lo de hoy, ya quitaron ese lugar a los argentinos (que todos queremos de regreso en su país).
Sandunga nos contó que habían pasado una serie de cosas que tenían a toda la ciudad preocupada. Una extraña fuerza estaba succionando la energía del lugar, y eso era gravísimo tomando en cuenta que nadie podía mover un solo dedo de lo agotados que se sentían. Y todo esto era preocupante porque el Carnaval de Río estaba próximo y con esto, era obvio que la máxima fiesta carioca se viera amenazada.
¡Pobres! ¿Esa era su preocupación? ¡Qué pueblerinos! Es un carnaval de viejas chichonas semidesnudas exhibiéndose por la calle ante toda la bola de morbosos, al menos eso era lo que yo creía, no entendí sino hasta después el impacto que esta fiesta tiene en todos los aspectos de la vida de los habitantes de la ciudad. Sandunga no tenía más información al respecto así que decidimos comenzar a investigar.
Queridos lector@s, antes de continuar con el relato, debo decirles que durante todo el viaje mi energía también era muy baja, es como si me estuviera pasando lo mismo que a los habitantes de Río. Lo que no lograba entender es por qué.
Continúo. Durante nuestra investigación, fuimos localizando el epicentro donde se estaba conteniendo toda la energía. Llegamos al Amazonas y por supuesto que yo iba ataviada para la ocasión. Una falda bien chiquitita de gamuza que hacía juego con un top del mismo material, unas alpargatas divinas y un sombrero de caza aderezando el outfit. Esta vez no usé marcas, sino que compré todo con los lugareños, porque no se si sepan, pero es super nice comprar artesanía local, como cuando uno va a Oaxaca y compra huipiles preciosos con bordados espectaculares. La pobre Miss Jinx no entendió el concepto de sexy jungle woman y salió con un atuendo de indígena del Amazonas que no le favorecía nadita.
Mientras viajábamos por el extenso río en medio de la selva, varias veces escuché el ruidoso estruendo de los pájaros volando y el sonido de “algo” corriendo en medio de la selva. Llegamos a la ribera de una comunidad de indígenas y decidimos investigar.
Como me vieron tan espectacular de inmediato quedaron anonadados. Yo amablemente respondí “Gracias queridos, son ustedes muy gentiles. No es común ver a alguien tan hermosa como yo por acá, ¿no?” “Si ya se que luzco espectacular con este outfit” “¡OMG! Mi busto es firme en comparación del de ustedes reinas, usen a bra!”
Pero ellos más bien no nos veían con buenos ojos, y no podía yo estar más en lo correcto. De inmediato se nos fueron encima y nos lograron amarrar. Nos llevaron por entre la selva a su pueblo (que no tenía nada de pintoresco) y nos dejaron en el centro de la “plaza principal”.
El estruendo se volvió a escuchar.
“Miss Jinx, dime por favor que esto no es como King Kong. ¡No podría ser más cliché!” ¿¿¿Dos bellezas (bueno una y media), en el medio de la selva, capturadas y amarradas por una tribu de indios y presentadas como sacrificio a un ser superior??? C’mon!”
En realidad estaba un poco molesta, mi grado de indiferencia estaba subiendo. Extrañamente no sentía nada, ni miedo, ni nada. Mi poca energía me impedía sentir. Aun viendo lo que se aproximaba, sabiendo que podía ser algo terrorífico.
Los árboles caían, los pájaros volaban, las ramas crujían aplastadas en el piso. Miss Jinx estaba aterrorizada, con su pequeña patita apretaba mi mano pues estaba segura que ese era nuestro fin.
Y mágicamente apareció. Oh por Dios, empezaba a sentir miedo, mucho miedo.
3 Comments:
Que le pasa al Mundo?
Bruna contra King Kong? o Contra Blanka de Street Fighter?
Te extrañabamos Bruna!
Saludos!!
A huevo bruna! La gente de brasil es lo de hoy!!! Quien fuera tu para que lo abanicaran a uno jajajaja
un abrazo
can't wait for part II
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