Capítulo 2.10: Born a fashionista, always a fashionista! (Part 2)
Subimos al penthouse y la puerta de oro tenía un escudo con las letras MC. Inmediatamente supe quién era la autora de todo. Y casi me doy un tiro, ¿cómo no lo pensé antes? Era Mariah Carey!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! La maldita vieja quería acabar con la semana de la moda porque ninguno de los diseñadores querían darle ropa. Lo que no entendía era que no era por malicia, sino porque no hacen tallas extra y además por su pésimo gusto. Ella nunca ha podido lucir con elegancia ningún vestido por más hermoso y caro que sea, porque no olvidemos que su origen no se borra ni con todo el dinero del mundo, ni mucho menos con su annoying dolphin-like chanting!
Escuchamos pasos y nos tuvimos que esconder. Del penthouse salió Mariah enfundada en sus micro shorts de mezclilla (si los de TeVeíta circa 1991), tacones y lentes oscuros, sin nada de maquillaje y con su misma pancake face de siempre.
Por lo poco que alcanzamos a entender, escuchamos que su plan era seguirle haciendo creer al mundo que la villana en realidad era Donatella Versace, celosa de los otros diseñadores por no poder crear colecciones como las de su hermano y de esa manera inculparla. Al final ambas tenían cosas en común: El pelo platinado a morir con las skanky hair extensions, el trashy sun tan y el mal gusto para vestir. Mariah daría esa noche otro golpe. Su próxima víctima: Tom Ford. MI Tom Ford.
En cuanto Mariah se fue, Miss Jinx y yo salimos directo a la sede del evento para contar nuestro hallazgo a Uncle Karl. Pero no contábamos con que la gorda se había dado cuenta de nuestra presencia y nos estaba esperando en la entrada del edifico. Dos de sus guardaespaldas se bajaron del coche, nos pusieron en unos sacos de papas y nos metieron en la camioneta. En la oscuridad, sentíamos la gran velocidad a la que íbamos y la voz de Mariah:
-“Así que creíste que podrías detenerme? Ja, ilusa. A mí nadie me dice qué hacer. Yo soy Mariah Carey, la diva de la música más reconocida en el mundo”, dijo arrogante.
-“Mmmm, ¿según quién, querida? Porque hasta donde yo recuerdo no eres mas que una has-been a medio resurgir. Aunque en realidad lo que más recuerdo de ti, es tu cuerpo de vaca en engorda y tu parecido a cierta cerdita con problemas de ego y enamorada de una rana”, contesté burlona.
-“¡Estúpida! ¿Cómo te atreves a insultarme así? Te voy a aclarar algo, yo no soy gorda, mi estructura ósea es grande. Además canto como los mismísimos ángeles.” (Mariah comienza a cantar y el sonido es tan agudo que un vidrio de la camioneta se cuartea). Miss Jinx comenzó a ladrar como loca y cayó desmayada y con la orejita derecha sangrando.
-“¡AHHHHHHHH no hagas eso! Se qué es lo único que sabes hacer y que crees que gritar como desquiciada es un atributo, pero darling, créeme, se oye horrible y ya ni siquiera es novedoso.”
Mientras sostenía esta divertida conversación y ella enloquecía del coraje, me iba soltando las manos con el filo de mi uña postiza. ¡Maldita sea, me las acababa de poner! Pero siempre me sacan de apuros.
Cuando Mariah estaba frente a mí loca de furia y a punto de golpearme, de la nada le propiné un bofetón de miedo y después una mordida en el tobillo. La pobre comenzó a gritar de nuevo más agudo que nunca. Los cristales se rompieron y el conductor perdió el control del coche. Dimos varias vueltas en el aire y al momento de aterrizar en un callejón, Mariah cayó encima de la pobre Miss Jinx que quedó como calcomanía en su gran trasero.
Como pude la despegué, no sin antes notar que la mujer sudaba grasa, it was the grossiest thing I’ve ever seen!!
Salí de la camioneta cargando a Miss Jinx y creyendo que hasta ahí había llegado la vaca y su equipo.
Cuando conté a Uncle Karl la aventura, estaba tan agradecido que me llevó directamente con Donatella Versace quien mascando inglés me agradeció por haber salvado su honor y me ofreció ser la nueva imagen de su campaña (la verdad no supe qué decir en ese momento, porque se me hace como medio naca la ropa, pero pues si Madge lo hizo, creo que yo también). Dona, como desde ese momento la llamaría, me presentó a su hija Allegra. Era ella la calaca que vi salir de aquél penthouse, al parecer estaba aliada con Mariah en contra de su madre, porque es bien sabido que los desordenes alimenticios son provocados por un conflicto mal resuelto con la madre(Thanx Doc!), por lo que quería vengarse de ella.
En ese momento, me pidieron que me fuera a cambiar pues Tom Ford me estaba esperando para probarme per-so-nal-men-te el outfit que modelaría esa noche como un favor especial. El desfile salió de maravilla, mucho aplauso, la colección exquisita, Miss Jinx en primera fila con Anna Wintour, que me veía con su típica cara de desaprobación, pero aplaudía, eso quiere decir que estaba complacida y yo solo le dirigí una miradita arrogante pues no necesito su aprobación.
La luz comenzó a fallar y todo era oscuridad. La gente comenzó a inquietarse y cuando por fin volvió, Mariah estaba parada en el centro de la pasarela con una apariencia peor que la normal, pues había salido viva del choque y estaba completamente desarreglada. Había perdido la mitad de las extensiones, la cara llena de polvo y con cortadas, los brazos moreteados, la ropa rasgada, pero lo más extraño, es que las piernas estaban perfectamente bien, sin un solo rasguño y hasta brillosas. Y es que la muy vanidosa, había salido del choque, se tomó el tiempo de aceitarse las piernas pues son su “mayor atributo” y se fue corriendo para detener el espectáculo de Ford.
Mariah sostenía en cada brazo a una gemela Olsen, la anoréxica en el brazo izquierdo porque es la que pesa menos.
“Si no me entregan a Bruna Burboise, estas dos macacas mueren”, gritó.
Las gemelas estaban muy asustadas, pues veían muy alto el piso y sus pedazos de tela, (perdón, vestidos), ondeaban como si fueran banderas.
“¡A nosotras nos importa muy poco lo que hagas con esos trolls! Nosotras somos Team Bruna!”, gritaron Lindsay Lohan, Nicole Richie y Mischa Barton.
Mariah volteó a verlas furiosa y aventó contra ellas a las gemelas. Paris Hilton y Kim Kardashian se reían burlonas de aquél espectáculo, mientras Ashlee y Jessica trataban de salir del lugar a hurtadillas, pues sus insípidas carreras no podrían soportar un escándalo más. Hilary y Hayley no decían una sola palabra.
Así que Mariah levantó a las 5 con una mano y con la otra las tomaba para usarlas como proyectiles. Obviamente Nicole y Lindsay cayeron encima de Paris y fue ahí donde todo se puso mal. La pelea entre la heredera y sus ex amigas se comenzó a poner fea, Lindsay asfixiaba a Paris con su célebre “firecrotch”, mientras Nicole le jalaba las extensiones de pelo.
Kim peleaba con Mischa pues al parecer se disputaban el puesto de la mejor dama de compañía. Y las Olsen golpeaban histéricas Jessica y Ashlee pues estaban en shock y no sabían lo que hacían. La nueva nariz de Ashlee quedó igualita a la de Owen Wilson y Jessica quedó con los ojos hundidos, pero debido al trauma lo único que hacía era cantar su hiddeous song “A Public Affair”. Incluso Anna Wintour estaba dándole pellizcos de monjita a la pobre Miss Jinx que nada mas se defendía jalándole la peluca. Y entre todas les pegaban a las Duff por ñoñas.
Ok, de acuerdo con mi manual de procedimientos para poder terminar con el villano, siempre hay que tener todo el ambiente en paz y calma, si no, los boob kicks no salen con tanta fuerza y las patadas no duelen tanto. En pocas palabras, para destripar a gusto a Mariah, tenía que poner en orden a todas esas imbéciles, así que comencé.
Tomé el anzuelo de una caña de pescar y lo ensarté en el winky eye de Paris sacándola del lugar volando hacia la entrada, y hasta un favor le hice porque el acomodé el ojo. Al caer en la calle el golpe no fue tan grave pues cayó encima de F listed Tara Reid, que seguía rogando por entrar, poor pumpkin, she’s a nobody! A Nicole solo le puse comida enfrente y salió corriendo y gritando como desquiciada mental. Lindsay se fue sola cuando le llamaron para decirle que había fiesta en Marquee.
Con el bellísimo pelo falso de Mischa y Kim, hice unas trenzas divinas, pero con todo y cabeza que Mariah se comería de un solo bocado…¡glotona! Y con el triple set de hermanas, un par de golpes fueron suficientes para que salieran llorando a buscar a sus papás que las esperaban afuera en sus Suburban para llevarlas a cenar a Chuck-E-Cheese.
Ahora si, Mariah. La gorda seguía comiendo todo lo que se encontraba en el lugar. Ya no había nadie. Ni diseñadores, ni público, ni modelos, ni prensa. NADIE. Solo ella y yo.
Mariah comenzó a caminar hacia mí. Se veía realmente enojada y sus pasos eran pesados. Caminaba por la pasarela con aires de modelo, por primera vez se sentía delgada, ese es el poder de las pasarelas. Me encontraba lista para enfrentarla. Al estar frente a mí, la mujer me vio y su rostro se descompuso en llanto. ¿¡Mariah estaba llorando!? Dios! ¡¡qué le pasa al mundo!!
La pobre gordita me enterneció, pues todo su enojo y coraje eran porque siempre había estado gorda y la criticaban. Los diseñadores no le tomaban las llamadas y nadie le creía que de verdad estaba a dieta, sí la dieta de cosas moradas de la que todo mundo se burló. Lloraba porque la llamaban loca cuando sufrió aquella crisis y porque la juzgaban por sus diva ways cuando en realidad ella solo era otra cantante más que sufría de soledad.
Yo, por primera vez estaba desarmada, no sabía qué rayos hacer. ¿Cómo le dices a una gorda que sí está gorda? ¿cómo reconfortar a alguien sin mentirle? Mi dilema era tan alto que solo me limité a hacer como que la abrazaba (odio el contacto físico) y le sobaba la espalda diciéndole: “Ya darling, todo ya esta bien, si todo está bien” en plan María Magdalena con Jesucristo.
“No todo en esta vida es estar taaan delgada y esbelta como yo reina, también importan los sentimientos, y en tu caso, creo que lo mejor es que mejor te enfoques en eso.”, dije comprensiva. “Tú continúa deleitando a tus fans (quienes quiera que sean) con tu hermosa voz, pero eso si, te voy a aconsejar algo: bájale dos rayitas a la agudeza de los gritos, porque pueden romper tímpanos y te va a salir más caro”.
Y así fue como la adorable gordita me llevó a uno de sus conciertos y terminé por quererla poquito, pues la ternura que inspira es tanta que no importa si está gorda y fofa, lo que importan son los sentimientos…NOT!
Bruna Burboise
Escuchamos pasos y nos tuvimos que esconder. Del penthouse salió Mariah enfundada en sus micro shorts de mezclilla (si los de TeVeíta circa 1991), tacones y lentes oscuros, sin nada de maquillaje y con su misma pancake face de siempre.
Por lo poco que alcanzamos a entender, escuchamos que su plan era seguirle haciendo creer al mundo que la villana en realidad era Donatella Versace, celosa de los otros diseñadores por no poder crear colecciones como las de su hermano y de esa manera inculparla. Al final ambas tenían cosas en común: El pelo platinado a morir con las skanky hair extensions, el trashy sun tan y el mal gusto para vestir. Mariah daría esa noche otro golpe. Su próxima víctima: Tom Ford. MI Tom Ford.
En cuanto Mariah se fue, Miss Jinx y yo salimos directo a la sede del evento para contar nuestro hallazgo a Uncle Karl. Pero no contábamos con que la gorda se había dado cuenta de nuestra presencia y nos estaba esperando en la entrada del edifico. Dos de sus guardaespaldas se bajaron del coche, nos pusieron en unos sacos de papas y nos metieron en la camioneta. En la oscuridad, sentíamos la gran velocidad a la que íbamos y la voz de Mariah:
-“Así que creíste que podrías detenerme? Ja, ilusa. A mí nadie me dice qué hacer. Yo soy Mariah Carey, la diva de la música más reconocida en el mundo”, dijo arrogante.
-“Mmmm, ¿según quién, querida? Porque hasta donde yo recuerdo no eres mas que una has-been a medio resurgir. Aunque en realidad lo que más recuerdo de ti, es tu cuerpo de vaca en engorda y tu parecido a cierta cerdita con problemas de ego y enamorada de una rana”, contesté burlona.
-“¡Estúpida! ¿Cómo te atreves a insultarme así? Te voy a aclarar algo, yo no soy gorda, mi estructura ósea es grande. Además canto como los mismísimos ángeles.” (Mariah comienza a cantar y el sonido es tan agudo que un vidrio de la camioneta se cuartea). Miss Jinx comenzó a ladrar como loca y cayó desmayada y con la orejita derecha sangrando.
-“¡AHHHHHHHH no hagas eso! Se qué es lo único que sabes hacer y que crees que gritar como desquiciada es un atributo, pero darling, créeme, se oye horrible y ya ni siquiera es novedoso.”
Mientras sostenía esta divertida conversación y ella enloquecía del coraje, me iba soltando las manos con el filo de mi uña postiza. ¡Maldita sea, me las acababa de poner! Pero siempre me sacan de apuros.
Cuando Mariah estaba frente a mí loca de furia y a punto de golpearme, de la nada le propiné un bofetón de miedo y después una mordida en el tobillo. La pobre comenzó a gritar de nuevo más agudo que nunca. Los cristales se rompieron y el conductor perdió el control del coche. Dimos varias vueltas en el aire y al momento de aterrizar en un callejón, Mariah cayó encima de la pobre Miss Jinx que quedó como calcomanía en su gran trasero.
Como pude la despegué, no sin antes notar que la mujer sudaba grasa, it was the grossiest thing I’ve ever seen!!
Salí de la camioneta cargando a Miss Jinx y creyendo que hasta ahí había llegado la vaca y su equipo.
Cuando conté a Uncle Karl la aventura, estaba tan agradecido que me llevó directamente con Donatella Versace quien mascando inglés me agradeció por haber salvado su honor y me ofreció ser la nueva imagen de su campaña (la verdad no supe qué decir en ese momento, porque se me hace como medio naca la ropa, pero pues si Madge lo hizo, creo que yo también). Dona, como desde ese momento la llamaría, me presentó a su hija Allegra. Era ella la calaca que vi salir de aquél penthouse, al parecer estaba aliada con Mariah en contra de su madre, porque es bien sabido que los desordenes alimenticios son provocados por un conflicto mal resuelto con la madre(Thanx Doc!), por lo que quería vengarse de ella.
En ese momento, me pidieron que me fuera a cambiar pues Tom Ford me estaba esperando para probarme per-so-nal-men-te el outfit que modelaría esa noche como un favor especial. El desfile salió de maravilla, mucho aplauso, la colección exquisita, Miss Jinx en primera fila con Anna Wintour, que me veía con su típica cara de desaprobación, pero aplaudía, eso quiere decir que estaba complacida y yo solo le dirigí una miradita arrogante pues no necesito su aprobación.
La luz comenzó a fallar y todo era oscuridad. La gente comenzó a inquietarse y cuando por fin volvió, Mariah estaba parada en el centro de la pasarela con una apariencia peor que la normal, pues había salido viva del choque y estaba completamente desarreglada. Había perdido la mitad de las extensiones, la cara llena de polvo y con cortadas, los brazos moreteados, la ropa rasgada, pero lo más extraño, es que las piernas estaban perfectamente bien, sin un solo rasguño y hasta brillosas. Y es que la muy vanidosa, había salido del choque, se tomó el tiempo de aceitarse las piernas pues son su “mayor atributo” y se fue corriendo para detener el espectáculo de Ford.
Mariah sostenía en cada brazo a una gemela Olsen, la anoréxica en el brazo izquierdo porque es la que pesa menos.
“Si no me entregan a Bruna Burboise, estas dos macacas mueren”, gritó.
Las gemelas estaban muy asustadas, pues veían muy alto el piso y sus pedazos de tela, (perdón, vestidos), ondeaban como si fueran banderas.
“¡A nosotras nos importa muy poco lo que hagas con esos trolls! Nosotras somos Team Bruna!”, gritaron Lindsay Lohan, Nicole Richie y Mischa Barton.
Mariah volteó a verlas furiosa y aventó contra ellas a las gemelas. Paris Hilton y Kim Kardashian se reían burlonas de aquél espectáculo, mientras Ashlee y Jessica trataban de salir del lugar a hurtadillas, pues sus insípidas carreras no podrían soportar un escándalo más. Hilary y Hayley no decían una sola palabra.
Así que Mariah levantó a las 5 con una mano y con la otra las tomaba para usarlas como proyectiles. Obviamente Nicole y Lindsay cayeron encima de Paris y fue ahí donde todo se puso mal. La pelea entre la heredera y sus ex amigas se comenzó a poner fea, Lindsay asfixiaba a Paris con su célebre “firecrotch”, mientras Nicole le jalaba las extensiones de pelo.
Kim peleaba con Mischa pues al parecer se disputaban el puesto de la mejor dama de compañía. Y las Olsen golpeaban histéricas Jessica y Ashlee pues estaban en shock y no sabían lo que hacían. La nueva nariz de Ashlee quedó igualita a la de Owen Wilson y Jessica quedó con los ojos hundidos, pero debido al trauma lo único que hacía era cantar su hiddeous song “A Public Affair”. Incluso Anna Wintour estaba dándole pellizcos de monjita a la pobre Miss Jinx que nada mas se defendía jalándole la peluca. Y entre todas les pegaban a las Duff por ñoñas.
Ok, de acuerdo con mi manual de procedimientos para poder terminar con el villano, siempre hay que tener todo el ambiente en paz y calma, si no, los boob kicks no salen con tanta fuerza y las patadas no duelen tanto. En pocas palabras, para destripar a gusto a Mariah, tenía que poner en orden a todas esas imbéciles, así que comencé.
Tomé el anzuelo de una caña de pescar y lo ensarté en el winky eye de Paris sacándola del lugar volando hacia la entrada, y hasta un favor le hice porque el acomodé el ojo. Al caer en la calle el golpe no fue tan grave pues cayó encima de F listed Tara Reid, que seguía rogando por entrar, poor pumpkin, she’s a nobody! A Nicole solo le puse comida enfrente y salió corriendo y gritando como desquiciada mental. Lindsay se fue sola cuando le llamaron para decirle que había fiesta en Marquee.
Con el bellísimo pelo falso de Mischa y Kim, hice unas trenzas divinas, pero con todo y cabeza que Mariah se comería de un solo bocado…¡glotona! Y con el triple set de hermanas, un par de golpes fueron suficientes para que salieran llorando a buscar a sus papás que las esperaban afuera en sus Suburban para llevarlas a cenar a Chuck-E-Cheese.
Ahora si, Mariah. La gorda seguía comiendo todo lo que se encontraba en el lugar. Ya no había nadie. Ni diseñadores, ni público, ni modelos, ni prensa. NADIE. Solo ella y yo.
Mariah comenzó a caminar hacia mí. Se veía realmente enojada y sus pasos eran pesados. Caminaba por la pasarela con aires de modelo, por primera vez se sentía delgada, ese es el poder de las pasarelas. Me encontraba lista para enfrentarla. Al estar frente a mí, la mujer me vio y su rostro se descompuso en llanto. ¿¡Mariah estaba llorando!? Dios! ¡¡qué le pasa al mundo!!
La pobre gordita me enterneció, pues todo su enojo y coraje eran porque siempre había estado gorda y la criticaban. Los diseñadores no le tomaban las llamadas y nadie le creía que de verdad estaba a dieta, sí la dieta de cosas moradas de la que todo mundo se burló. Lloraba porque la llamaban loca cuando sufrió aquella crisis y porque la juzgaban por sus diva ways cuando en realidad ella solo era otra cantante más que sufría de soledad.
Yo, por primera vez estaba desarmada, no sabía qué rayos hacer. ¿Cómo le dices a una gorda que sí está gorda? ¿cómo reconfortar a alguien sin mentirle? Mi dilema era tan alto que solo me limité a hacer como que la abrazaba (odio el contacto físico) y le sobaba la espalda diciéndole: “Ya darling, todo ya esta bien, si todo está bien” en plan María Magdalena con Jesucristo.
“No todo en esta vida es estar taaan delgada y esbelta como yo reina, también importan los sentimientos, y en tu caso, creo que lo mejor es que mejor te enfoques en eso.”, dije comprensiva. “Tú continúa deleitando a tus fans (quienes quiera que sean) con tu hermosa voz, pero eso si, te voy a aconsejar algo: bájale dos rayitas a la agudeza de los gritos, porque pueden romper tímpanos y te va a salir más caro”.
Y así fue como la adorable gordita me llevó a uno de sus conciertos y terminé por quererla poquito, pues la ternura que inspira es tanta que no importa si está gorda y fofa, lo que importan son los sentimientos…NOT!
Bruna Burboise
6 Comments:
jajajaja!!! eres tremenda bruna!!! por favor acaba anna wintour!!! es el diablo!!!
Me encanto!! Oye maybe asi lleva a la gente a sus conciertos, llorandoles y conmoviendolos!! Jajaja yo conoci alguna vez a un fan de ella, no les hara brujeria o algo asi??? Saludos... Me encanto tu post!! Eres realmente genial Bruna!!!
hey saludos, aki pasando
Que gusto leerte de nuevo... ;)
wow, que chido conocerte!!!
nooooo porke se meten con mischa barton
Publicar un comentario
<< Home