Bruna Burboise®: Crónicas de una Perra Bipolar®

Yo soy Bruna Burboise: De día, una dulce perrita de casa. De noche, letal espía y asesina a sueldo.

lunes, junio 12, 2006

CAPÍTULO 2.2: ¿Pollo frito, yo? ¡Eso es de gente fea! (Parte 2)

Cuando por fin estuve frente a Fried Scum, no pude sino sentir nauseas al ver la pieza de pollo frito que tenía encarnada en la frente todo por haber sido engendrado de esa manera. También tenía una pata de pollo en lugar de una de las piernas. ¡En verdad era feo! Esa fue mi motivación para terminar con él, pues creía que debía de sufrir mucho.

Pero lo más impresionante es que al estar acostado en esa posición se alcanzaba a ver su área genital y ahí fue donde confirmé que tenía que acabar con él. Yo no me fijo en esas cosas porque la verdad es que soy muy decente, pero era inevitable. Aquello era microscópico!! Minúsculo!! Sólo podía pensar en qué haría una persona con semejante diminuti-dick! (Gillette sonaba en mi cabeza sin parar como soundtrack de ese momento).

Fried Scum se dio cuenta de que yo estaba esbozando una leve y pícara sonrisita y mi mirada estaba centrada en sus partes, por lo que decidió incorporarse y taparse de tal manera que no siguiera viendo. Inició la conversación preguntándome de dónde venía y cómo había llegado ahí.

Como estaba under cover fingí: “Yo ser una americana que viene de viaje a Puerrrto Vallarta, mmmmm how do you say it? Mmmm buscando aventuras. Because what happens in Vallarrrta, stays in Vallarrrta!!. Y vine con mi amigo Miss Jinx”.

“Oh entiendo, así que de viaje no?”, contestó.

“Sí y este buen hombre, salvó a mi amigo de drowning in the sea, y por eso invitamos margaritas and daiquiris para agradecer. Me ha contado sobre usted y no resistí los ganas de conocerlo”.

“Pues has venido al lugar correcto, querida. Aquí vas a estar muy cómoda….”

Entonces comenzó a contar miles de cosas, muy aburridas, tontas, superfluas y sin sentido, todo era word vomit. Por momentos, lograba captar mi atención en una especie de hipnosis, pero me estaba clavando en mi pequeño derrier el tacón de la alpargata y eso me despertaba. Fried Scum seguía y seguía, parecía no tener fin, pero yo hacía como que me interesaba. El muy idiota creía que yo estaba interesadísima, pero lo que no sabía es que yo estaba pensando en cómo terminar con él.

Poco a poco el word vomit fue subiendo de tono y comenzó a hablar con vulgaridades, una tras otra. Yo estaba un poco preocupada por mis oídos, porque de donde yo vengo las groserías las usa solo la gente fea, pero bueno viniendo de donde venía, era obvio que Fried Scum era gente fea.

Caminó por todo el salón y yo sentadita ‘escuchandolo’. Se metió a un biombo y pidió ayuda a Robobestia. Cuando salió casi se me salen los ojos de la impresión al ver lo que estaba pasando. El tipejo se había puesto una botarga de un pollo horrendo con unas mallas naranjas en las piernas que no llenaba por el problemita que tenía y del cuál ya hablé.

Bruna Burboise, queridos, no sabía que hacer en ese momento, si ponerse a llorar, reír o llorar de la risa, así que opté por esto último. Mis carcajadas se oían aun por encima de la música del lugar, Miss Jinx subió al escucharme y también comenzó a reír. Mientras Robobestia y Fried Scum nos veían revolcarnos de la risa en el piso por el outfit, la tarada de Miss Jinx, como siempre lo arruinó todo, sus uñas de silicón decoradas con palmeras de playa, fueron enredándose en mi peluca de trencitas y me la fue quitando poco a poco, hasta que quedé sin disfraz.

Fried Scum de inmediato supo quién era yo y ordenó a Robobestia acabar con nosotras. El ente se abalanzó sobre estos pequeños cuerpecitos y nos logró atar.

La situación era crítica, ahora estábamos a merced del engendro de pollo ese y sin saber cómo hacer para liberarnos. Ni en el mejor capítulo de ‘Batman Gordito’ (como llamo yo a Adam West) se hubiera visto tal peligro. Fried Scum estaba furioso por el engaño y porque se sentía expuesto…Hun, you have already exposed yourself wearing those tights, so c’mon!

La cosa esa comenzó un ritual de major word vomit para hacernos caer en su hechizo y entonces volvernos sus aliadas. Mi plan estaba ya claro, usaría eso mismo en su contra. Pedí a Miss Jinx que sin que Fried Scum se diera cuenta, hiciera que Robobestia se acercara y le contara de cuando sus papás le hicieron una fiesta temática de las ‘Chicas Superpoderosas’ (juro que si con eso la bestia en cuestión no caía, estaríamos perdidas. Fue la fiesta más aburrida del mundo!!).

Miss Jinx emocionadísima y muy confiada de que su fiesta había sido increíble, logró captar la atención de Robobestia y cuando ya lo tuvo cautivo le pidió que nos desamarrara para seguirle contando. El muy imbécil lo hizo y para cuando Fried Scum estuvo de regreso en la habitación, se encontró con que no estábamos donde nos había dejado.

Yo colgaba del techo después de cambiarme de outfit claro, porque una no puede pelear vestida como gringa barata. Así que usé mi nuevo dog suit recién llegado de Milán. (Gracias Donatella! Te quedó divino, nada más que para la otra bájale dos rayas a la medusa, no la puedo traer en el trasero! Cuando camino se mueve como si hablara! Very tacky, dear!)

Esperaba el momento en que Fried Scum estuviera en la posición perfecta para caer encima de él y cuando estuve lista me solté, caí encima de la pata de pollo de la frente y la usé como trampolín para propinarle senda patada y piquete de ojos. En cuanto estuve en el suelo y frente a él, comenzó a quererme golpear. El pobre era tan obeso que ni moverse podía. Y estaba frente a la perra más ágil del mundo.

Así que un golpecito por allá, una patada en sus nuts (que no surtió efecto porque ni se le veían) y por supuesto mi signature fighting asset, el boob kick que lo mandó directo al suelo. ¡Qué poderosa me sentía! ¡Había derribado a una bola de masa con solo un golpe de mis pequeñas titties!

Miss Jinx mientras tanto seguía con su letanía con Robobestia. Estaba tan hipnotizado que cuando le di la orden, Miss Jinx le ordenó la autodestrucción y Robobestia se arrancó la cabeza de donde salió arrastrándose como un bichito la neurona que lo comandaba y con una pisadita de mis all new vintage Christian Louboutin quedó inservible.

Fried Scum aun no se reponía, pero haría falta más que eso para derrotarlo. Y ahora sí estaba listo para una dosis de su propio word vomit. Primero le puse todo la sarta de estupideces que me dijo por 3 horas y que inteligentemente había grabado con mi recording device. El tipo se mantenía cuerdo, pero estaba a punto de enloquecer y es ahí donde daría el golpe final.

Llegado el momento me concentré y pensé en qué podría decirle para definitivamente dejarlo fuera de la jugada y esto fue lo que salió de mi boquita. En ese momento vinieron a mi mente miles de caras de gente que me decía cosas y yo las fui repitiendo, como si yo fuera el vehículo de comunicación de todos ellos (juro que es la única vez que he dicho tantas palabras sin siquiera pensar en lo que decía, me recordó tanto a Tourette…):

“Provinciano, loser, eunuco, rogón, arrastrado, naco, arrogante, llorón, buscón, superfluo, chichi-caída, joronguero, vergachiquita, Farinelli, poquitero, pichicatero (se me va acabando el aire y no como a Pau Rubio), corriente, televiso, poser, pretencioso, cerdo, celulítico…COMÚN!!!!!!!!”

En cuanto terminé la letanía, Fried Scum comenzó a llorar a tal grado que salió corriendo y se aventó por las escaleras. Miss Jinx y yo nos apresuramos a bajarlas para ver si efectivamente estaba muerto. Cuando llegamos al último escalón antes de llegar al suelo, que era donde yacía Fried Scum escupiendo dientes, todavía me di el lujo de agarrarlo de la pata de pollo que tenía en la frente:

“Esto es para que aprendas a nunca, nunca meterte con una perra bipolar”, dije. “No vales nada, ni valdrás nada mientras sigas creyendo que tienes la felicidad comprada por el solo hecho de tener a tres iguales que tu siguiéndote y aplaudiéndote tus gracias, ton-ti-to”, y terminé rematando con una llave inglesa que lo acabó definitivamente.

De regreso a la ciudad, adoloridas, afectadas por lo ocurrido y sin siquiera podernos tirar un día a descansar en la playa, Miss Jinx venía dormida en el asiento del copiloto y yo manejaba con la vista puesta en el camino y pensando en lo sucedido. Deseando que lo que pasó sirva de ejemplo para aquellos que viven en un mundo virtual donde son felices sin darse cuenta que hay un mundo real al que hay que enfrentarse o de plano quedarse rezagado…

Bruna Burboise

1 Comments:

At junio 12, 2006, Anonymous Anónimo said...

no se que ame mas, los christian louboutin o la muerte de fried scum! no podia morir de otra forma! llorando como nena!
amo a brunaaaaaaaaaaaaaaaa!

que sigue!
que sigue!

 

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