Bruna Burboise®: Crónicas de una Perra Bipolar®

Yo soy Bruna Burboise: De día, una dulce perrita de casa. De noche, letal espía y asesina a sueldo.

miércoles, julio 12, 2006

Capítulo 2.6: Luchas de dientes para afuera, pero siempre blanquísimos! (parte 1)

Lunes. 10 de la mañana. Me dirijo a mi visita al dentista, porque si ustedes creen que esta bellísima y muy blanca sonrisa es de a gratis, están equivocados. Pago fortunas a mi especialista dental para siempre tenerla así y no sufrir vergüenza pública cuando me toman fotos los paparazzis con La Lohan.

Cuando llegué, extrañamente la puerta del consultorio del Dr. Intocable Pesado Recodo estaba abierta y parecía que su asistente no estaba. Así que entré al lugar con cautela pues sentía que algo raro estaba pasando y no estaba para sorpresitas. Al entrar directamente al consultorio del Dr. Intocable, comprobé que algo grave había sucedido.

Freak Show, su asistente, estaba atado completamente a la silla y tenía una cinta cubriendo su boca. Eso no era lo malo, pues de verdad Freak Show podía sacarme de quicio a veces cuando en la sala de espera se ponía a cantar canciones de Meat Loaf con todo y el infame trapito rojo creyendo que entretenía a los pacientes antes de su cita. Y si no era eso, era su display de asquerosidad pues le gustaba comer uñas de los pies, cerilla y hasta mocos. Aghhh!! Yo de verdad no podía con él, pero el Dr. Intocable valía le pena, así que lo soportaba con una cubeta a mi lado por si necesitaba usarla.

Cuando quité la cinta de su boca, comenzó a cantar, entonces entendí que es mucho más fuerte que él y por eso lo hacía todo el día. Volví a tapar su boca al instante y le pedí que se tranquilizara un momento y me explicara lo sucedido.

Al final y después de varios intentos me acabó contando que de manera sorpresiva llegó un personaje que se parecía a Carmen Campuzano. Como Freak Show creyó que era una clienta más del Dr. Intocable le dio la papeleta para que llenara su historia clínica, la llenó y la entregó.

Iba todo vestido de blanco de pies a cabeza. Los pantalones estaban hechos de tal manera que parecía que traía una tanga blanca y usaba un antifaz. Al leer el nombre del misterioso personaje, Freak Show leyó “El Látigo de Occidente y las Guadalhojaldras”. Cuando levantó la mirada para buscar una explicación, ya no pudo hacer más pues para ese momento ya estaba el Látigo acompañado de sus compinches, las Guadalhojaldras, quienes después de investigar supe que eran una wannabe mafia de Jalisco.

Después de amagar a Freak Show irrumpieron en el consultorio del Dr. Intocable que se encontraba limpiando cuidadosamente sus utensilios de trabajo. Las Guadalhojaldras lo capturaron y lo sacaron del lugar mientras el Látigo terminaba de someter a Freak Show haciéndole manita de puerco mientras lo empujaba a la silla.

“El Dr. Intocable mío es, estúpido. Por eso a llevármelo vengo. Lo voy a poner en mi cuarto de trofeos y hará lo que yo le diga, así que ni te molestes en buscarlo”, dijo con toda la dislexia de la que es capaz.

Al terminar de escuchar la historia, volví a tapar la boca de Freak Show (estaba haciendo servicio social) y salí corriendo del lugar en busca del Dr. Intocable. A mí NADIE me iba a quitar a mi especialista dental y menos un hombre que use tangas blancas. NADIE me iba a impedir que mis dientes lucieran tan blancos que puedan brillar aun en los lugares más oscuros.

Saqué mi Blackberry de mi Birkin y llamé a Miss Jinx para pedirle más información sobre el Látigo de Occidente y las Guadalhojaldras. Yo con ese nombre pensé que eran un grupo de música popular de esa que solo la gente fea escucha, pero no podía estar más equivocada, ¡eran luchadores!

Así que con ese giro, ya sabía cuál era mi nueva misión: rescatar a mi beloved Dr. Intocable y así tener mi tratamiento convirtiéndome en luchadora. Pero si ustedes creen que sería parte de la ‘constelación de estrellas de la Triple AAA’ junto con Estrellita, la Tiffany, el Cibernético, Latin Lover y Shocker, están muy, muy equivocados. Yo estaría al nivel de los mejores.

El Látigo de Occidente y las Guadalhojaldras pelearían en un evento de beneficencia de Ale de Cima organizado por la trepadora de Constanza Cavalli. Como ambas son mis ‘amigas’ les pedí que me incluyeran en el cartel con el nombre de “La Grandiosa y Siempre Bella Perra Bipolar y Vengadora”, pero se les hacía muy largo y me pusieron “La Perra Bipolar” las muy envidiosas. ¿Yo qué culpa tengo de ser grandiosa y bella?

Fui a casa de Madame La Rue a que me ayudara con sus poderes de médium a traer a la vida al mejor luchador de la historia, personaje de culto e ídolo de masas: El Santo. Así que después de ver a Madame La Rue retorciéndose como almeja con limón para entrar en trance y lograr encontrar al Santo, quedó poseída por él al grado de ponerse su máscara y vestimenta típicas.

El Santo me entrenó rigurosamente por un par de días, pues soy una alumna muy capaz. Unas llaves por aquí, unas patadas por acá y por supuesto el perfeccionamiento de mi boob kick que nunca está de más (¡por cierto le encantó!).

Ya estaba lista para la pelea y sobre todo para acabar con el Látigo, sus secuaces y por fin blanquearme los dientes…

Bruna Burboise

2 Comments:

At julio 12, 2006, Anonymous Anónimo said...

Yo ya esperaba que bruna se las partiera a todas!

 
At julio 18, 2006, Anonymous Anónimo said...

Lo de la tanga negra que se transparentaba no tiene madre... jajajajaj duro contra el látigo!!!

 

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