Bruna Burboise®: Crónicas de una Perra Bipolar®

Yo soy Bruna Burboise: De día, una dulce perrita de casa. De noche, letal espía y asesina a sueldo.

jueves, agosto 03, 2006

Capítulo 2.8: El Rey Sin Corona (ni de a mentis)

Lo que a continuación relato, es un hermoso sueño que ojalá pudiera concretar pero por el momento no será posible…

Me encontraba de vacaciones en St. Tropez pues mi amiga Pammy me habló para que fungiera como maid of honor en su boda con Kid Rock. Yo personalmente no me rodeo de amistades de esa calaña, pero al Pammy ser un miembro activo de PETA, no puedo sino quererla tal cual es. Ella sabe que es skanky, trashy y tacky como toda cuasi gringa (porque es canadiense) que se precie de realmente serlo, así que no hay pretensiones de otro tipo y ceo que es por eso que la quiero.

La boda evidentemente fue un despliegue de toda su naquez, pero ciertamente fue emotiva. Para la ocasión usé un hermosísimo y muy ad hoc vestido de mi adorado Cavalli. Fui la sensación de los paparazzis que elogiaron mi fashion sense.

El caso es que a media fiesta, recibo una llamada de Miss Jinx que se encontraba preocupada pues al parecer las cosas en México no están tranquilas, y es que el Pejelagarto sigue haciendo de las suyas. Y ustedes se preguntarán, ¿qué no quedó crucificado en el Zocalo frente a sus seguidores en un capítulo anterior? Bueno, todo tiene una explicación: no era el verdadero Pejelagarto, sino un clon creado como señuelo. El verdadero sigue vivo. Ese Pejelagarto es un ser realemnte deplorable, hace que Fried Scum a su lado sea únicamente un dependiente de KFC con ínfulas de grandeza.

La contrariedad que eso me causa es grande, pero el placer de saber que podré terminar con él me emociona, así que Pammy entendió que tuviera que retirarme de la boda y regresé de inmediato a México.

Según las investigaciones de una más astuta Miss Jinx (con el tiempo he logrado que se espabile más), el partido del sol es quien está detrás de esta mala jugada. Resulta que dicho partido creó al Pejelagarto en una especie de proyecto a lo Frankenstein. Crearon a su engendro con el fin de tener con qué llegar al poder, pues no lo vieron posible con ninguno de los miembros de tan “respetable” partido.

El Pejelagarto nació entonces de la cruza de uno de esos peces horrendos tan famosos en Tabasco y un humano de segunda categoría. La mezcla evidentemente es feísima, pero el poder mental que lograron desarrollar en él fue suficiente para saber que habían triunfado. Millones de personas estaban a sus pies, lo seguían con fervor. Sus mejores aliados son la ignorancia de la gente y el tomar ventaja de sus condiciones económicas y sociales para convertirse en el “defensor de los pobres”.

Así que casi como si fuera una manda (no mantra, la gente fea no sabe qué es eso), si eres pobre en este país, tienes que apoyar al Pejelagarto porque él sí te sacará de ese hoyo, yeah right!

El partido del sol estaba teniendo fuertes problemas pues ya no les era posible manipularlo, el invento había superado a su creador y ahora el animalejo gozaba de tanto poder que actuaba con autonomía y lo peor es que no sabían cómo detenerlo. Es más, he llegado a pensar que ya ni siquiera le creen o están de acuerdo con sus acciones, pero ese es su problema.

A mí me contactó un grupo anónimo de ciudadanos que evidentemente están en contra del personaje pues la ciudad está secuestrada, el caos es evidente y alguien tiene que detenerlo.

Mi primer acción era saber por qué la gente lo seguía de esa manera. Obvio creen que es el defensor de los pobres, pero ni a la Virgen de Guadalupe le tienen tanta fe y ¡vaya que “la morenita del Tepeyac” es famosa por estos lares!

Pues resulta que todo viaja por medio de su aliento. Huele a rayos, pero es muy efectivo. En cada discurso suelta una sustancia que atonta a quien lo recibe, esto es, la gente que valida su discurso es quien cae de inmediato. Para quienes de plano nos reímos de sus mesianic ways, solo nos llega el fétido olor que emana su asqueroso y putrefacto hocico…eeewwww!

El plan que tracé junto con Miss Jinx es el siguiente:

Nos infiltraríamos como militantes del partido y trataríamos de llegar a él. Suena fácil no? Pues era de lo más complicado, el tipejo está perfectamente rodeado y custodiado, así que no sería fácil. Pero para mí, nada es imposible, y menos con el grado de bipolaridad que manejo últimamente. Es que este tipo de cosas me ponen de mal humor.

Al momento de llegar al campamento en Reforma del “rebaño sagrado” del Pejelagarto, no pude sino lamentarme del espectáculo.

Para empezar no eran millones como decía el naco este, eran suficientes como para tener secuestrado el Paseo de la Reforma. Pero lo que más me molestó fue ver que esta gentuza, no solo está manipulada, sino que además se les sigue fomentando esa cultura de mediocridad y flojera que tanto daño le hace al país. Juegan cartas, hay torneos de ajedrez, hay música, la comida es gratis y el cinismo ha llegado a tal grado que ya hasta una cancha de futbol y una feria instalaron. ¡Como si no fuera suficiente! El futbol es deporte de panaderos. Sí, de panaderos sin educación.

Así que conforme avanzaba me iba enojando más. Miss Jinx tuvo que controlarme para no ponerme a “limpiar” la ciudad de tanta escoria, pero ella muy sabia me decía, “No querida amiga, no lo hagas, las uñas se te estropearían y el outfit corre peligro y no podemos arriesgarnos a que nos descubran”. ¡Qué razón tenía, mis uñas valen oro!

Por fin llegamos al Zócalo y mi sorpresa fue tal al ver todo eso, que no pude articular palabras. Pero mi plan era perfecto. Haría exactamente lo mismo, crearía un monstruo capaz de acabar con él. La pregunta era, ¿de dónde sacaré la materia prima? Como si Dios hubiera iluminado el camino al voltear al templete tuve la respuesta.

Resulta que el Pejelagarto no estaba solo, lo acompañaba gente de su partido y además un grupo de intelectuales de izquierda de esos que de verdad se creen radicales. Entre ellos se encontraban Elena Poniatowska, Carlos Monsivais, Guadalupe Loaeza, Jesusa Rodríguez, Bruno Bichir, Jesús Ochoa, Regina Orozco (tanto que la quería), Julieta Egurrola y otras “personalidades”.

Pues bien, me presenté haciendo gala de toda mi educación y les hablé en su lenguaje, el de “representantes de la cultura”, alabando su buena voluntad hacia tan contundente causa y bla, bla bla, todos estaban como hipnotizados, así que los invité a que me acompañaran a la parte trasera del templete para que me siguieran cultivando con su sabiduría. Claro, todos accedieron.

Al llegar, le pedí a Miss Jinx que no dejara de coquetearle al guarro para que no se diera cuenta, podría ser un poco ruidoso, pero ella tenía que evitar a toda costa que se acercara.

Así que al llegar Guadalupe Loaeza empezó a escupir su retórica barata y la callé de un patadón en la boca.

“Cállate tonta, tu voz y sobre todo tu imbecilidad me desquician. Y por eso voy a empezar contigo. Quiero tu nariz y la voy a tener, así que mejor coopera”.

“Codmo te atregues a faltadme al rezzzzpeto”

“No me pidas respeto, si tu misma no te respetas. ¡Cómo te atreves tú a siquiera salir de tu casa hablando así, naca gangosa!” y de un tirón le arranqué la nariz.

La pobre gritaba como loquita, pero después la silencié con un boob kick. Los demás me veían horrorizados. La siguiente fue Regina.

“A mí ni me veas pinche perra loca que yo sí te meto tus putazos eh culera”, dijo.

“Por eso quiero tus cuerdas vocales Reginita, nadie es más lepero que tú en este lugar, y además necesito habilidades operísticas para usarlas como arma de destrucción de tímpanos, así que no te resistas”

“¿Eres pendeja o te haces? Ve mi tamaño y ve el tuyo, jamás podrías conmigo tarada.”

“Bueno, tú lo decidiste, esto va a ser muy doloroso”.

Brinqué lo más alto que pude, aterricé en su cabeza, la gorda manoteaba con torpeza porque le piqué los ojos y no veía. Estiré mi brazo y con mi pequeña patita arranqué de su cuello las cuerdas vocales. La pobre ya no emitía ningún sonido solo se desangraba y cayó al piso.

“Quién sigue?...Tú Jesusa, pero de ti quiero una parte más íntima, el santuario de toda tu feminidad y estandarte de tu lesbianismo.”

Uno por uno logré lo que quería. El ojo cheche de Jesús Ochoa, el cuerpo de perro parado de Bruno Bichir, la cara de la Egurrola y de la Poniatowska no me servía nada, así que solo por gusto le quité la dentadura.

Pero era mucho desperdicio de restos humanos, así que decidí explotar al máximo mi creatividad y saqué a la artista que llevo dentro y creé una bellísima pieza de arte objeto. Una pierna por aquí, un ojo por allá, costillas, pelo y sangre…mucha sangre. ¡Quedo sublime! Digna de exhibirse en MACO y no Tío Víctor adorado, ni creas que te la voy a regalar, acuérdate nada más de cómo me hablas para la otra, ok?

En fin, yo develaría mi obra de arte una vez que terminara todo este enredo como un homenaje a los caídos, pero de que los iba a haber, los iba a haber. Yo no me ando con tonterías y para acabar con la escoria uno tiene que ser definitivo y radical.

Saqué de mi bolsa un kit de costura y como pude comencé a crear a mi arma letal contra el Pejelagarto. Como se habrán dado cuenta, saqué un poco de mi bipolaridad al crear mi pieza de arte. Pero sentía aun una urgencia por sacar un poco más y obviamente el Pejelagarto me daría lo que necesitaba.

Por fin quedó, cuando salí del lugar, Miss Jinx de inmediato hizo una reverencia ante mi creación. Yo estaba halagada pues no pensé que me quedaría tan bien, pero en realidad ella lo había hecho porque la idiota pensó que estaba acompañada por la aun Primera Dama, Marta Sahagún.

¡Qué frustración, mi monstruo se parecía a Marta Sahagún! Tenía los ojos desorbitados y caminaba chueco, pero bueno tendría que vivir con ello, no tuve tiempo para perfecciones.

Yo la manejo en un compartimiento secreto que creé debajo de su voluminosa cabellera, así que nadie me vería. Así que sin más, me subí y comencé a dirigirla a mi objetivo. Logré llegar hasta donde estaba el Pejelagarto vomitando todas las tonterías que normalmente escupe. De pronto hubo un silencio sepulcral, nadie entendía lo que pasaba. ¿Cómo era posible que Marta Sahagún estuviera ahí? Duh! Simple: no era Martita, jajajajaj

Al personaje este se le salían los ojos y cuando por fin pudo decir algo le salió como de costumbre un insulto:

“Ujted qué haje aquí, ejpoja de la chachalaca”

“Yo vine por ti Pejelagartito, zi, para que ya dejez de hazer tanta tontería. Ez que no ze ve bien! Y deja de inzultar a mi zeñor, que no te ha hecho nada. El vive muy feliz en zu mundito de tepocataz y caballoz en el que no exiztez”

“Jeñora ji no je va, tendré que obligarla”

“Ah ziiii? Puez obligame”. Claro, eso era lo que yo quería provocarlo.

En el momento en que se acercó, Marta hizo despliegue de las katas que yo le ordenaba hacer, pero no tan bien, de hecho era torpe pero no podía hacer nada.

El Pejelagarto se quedó con cara de estar pensando en qué diablos estaba haciendo Marta, se rascaba la cabeza sin lograr descifrarlo. Al estar controlando a Marta, me di cuenta de dónde provenía el poder del feo ese. Y es que en su gallo de pelo horroroso, estaba quien lo controlaba. Una especie de bichito horrendo moviendo las palanquitas para hacerlo articular movimientos. Como el Mago de Oz, que era solo una ilusión y en realidad el que estaba detrás era insignificante, así que era ahí donde me tenía que enfocar.

Rápidamente el Pejelagarto soltó el primer golpe, lo esquivé sin mucho problema, y después le propiné senda patada en su parte baja que se dobló del dolor ahí mismo. Se puso rojo de coraje y se levantó, y dijo que sería una lucha de uno a uno, por lo que ordenó a todos bajar del templete.

Ahora solo quedábamos él y yo y comenzaba a disfrutarlo. Ahora sí no se me iría vivo, ya sabía dónde residía su poder. De pronto, se acercó y le dio un pellizco a Marta.

“Ouch, grozero! Ezo ez todo lo que zabez hazer nenita?”

Ordené a Marta comenzar una serie de piruetas que aterrizaban directamente en la cara del Pejelagarto. Los tacones los había acondicionado con navajas justamente para poderlo lastimar mejor. Le quedó la cara cortada y sangrando.

Entonces percibí que se enojó y se aventó a Marta. Era tan desagradable sentir su aliento cerca. Por eso Marta sacó de su bolsita del saco un chile y se lo metió en la boca, reacción que el bicho no se esperaba. Comenzó a convulsionarse y es que sin la podredumbre de su boca perdería poder.

Comenzó a golpear en la cara a Marta sin piedad, yo por más que quería controlarla no podía, y como no pude moverla la dejé y tomé acción con mis propias manos.

“Ahora si animal, somos tú y yo”

Cuando se dio cuenta de quién era ya tenía los ojos desorbitados de furia, se levantó, arregló su peinado y se acercó a mí. Me agarró del cuello y comenzó a asfixiarme. Pero yo era más lista que eso, golpe a la quijada, piquete de ojos y me soltó.

Y como me lastimó me enojé.

“Vas a aprender a respetar a los millones de mexicanos que no votaron por ti. Vas a llevarte todos tus conflictos lejos de este país. Te los vas a llevar a la tumba, maldito”

Di un salto y volé hasta aterrizar en su cabeza, comencé a jalar el maldito gallito de pelo y de verdad no podía arrancarlo, el bicho dentro del gallo me veía aterrorizado. Puse fin a la situación cortando el mechón con una daga que saqué de mis botas. Cuando lo tuve en mis manos lo aplasté hasta dejar muerto al bicho.

Lo último que quedaba por hacer era terminar con el cuerpo que albergaba al bicho, así que con la misma daga lo apuñalé en el corazón. El Pejelagarto cayó de bruces al suelo, sus ojos escurrían sangre y solo abrió los brazos para después caer completamente al piso. El cielo se puso negro. Solo faltaba una cosa por hacer y era destruir el “rebaño sagrado”, así que usé las cuerdas vocales de Regina y canté tan alto que todos explotaron. El Zócalo quedó tapizado de color rojo, bueno y rosita porque las tripas son rositas.

Todos los demás me agradecían, aplaudían mi valentía. Develé mi gran obra de arte que de inmediato fue puesta como mural en Bellas Artes. Incluso me pidieron que fuera presidenta del país. Pero como no me interesa y además tengo cosas más importantes que hacer, decidí no aceptar y en cambio le cedí mi lugar al candidato del partido en el poder, que él se haga bolas.

La Ciudad de México y el país volvieron a la normalidad. Todo era luz, y al final yo sí pude tapar el sol con un dedo…

6 Comments:

At agosto 03, 2006, Anonymous Anónimo said...

ojalá no fuese solo un sueño...

 
At agosto 04, 2006, Anonymous Anónimo said...

ay como me reí con esto: "Ese Pejelagarto es un ser realemnte deplorable, hace que Fried Scum a su lado sea únicamente un dependiente de KFC con ínfulas de grandeza"


jajajajajaja
no no, si lo comparas con mugrelia, digo fried scum si debe de estar cañon...

 
At agosto 05, 2006, Blogger La ninfa vouyerista said...

Eres encantadora! ;)

Me diverti mucho leyéndolo...

 
At agosto 06, 2006, Blogger abuelo said...

concuerdo con los comentarios, ojala no fuera un relato, y me da gusto saber otra vez de tí bruna ya tenías rato desaparecida. besos

 
At agosto 06, 2006, Blogger margarito said...

jsdhn jhqwbwhjqw dnw wqhnm ajqisqwmj kqashsqb sgcybshsjn s nwqijdnjdvbjb

 
At agosto 08, 2006, Anonymous Anónimo said...

Oh. Margarito ya te visita!

 

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