Capítulo 2.9: Born a fashionista, always a fashionista! (Part 1)

es Flash. Flash. Flash. Camino por Masaryk con mis 5 bolsas en cada pata después de un ajetreado día de shopping spree. Los paparazzis me siguen como moscas pues creen que soy la celebridad más interesante. A veces me molestan, pero ¿qué puedo hacer? Yo tuve la culpa al decidir que mi undercover identity fuera el de una big celebrity, y cuando digo big es big! Ni Salma y J. Lo, ni mucho menos Eva LonWhoria me igualan con sus grandes atributos. Yo soy la latina más hot en la actualidad. Y lo mejor es que soy como Paris, no tengo que hacer nada para estar en todos lados y salir en todas las revistas, se me reconoce solo por mi belleza y mi natural talento para hacer personal PR.

Camino por la calle seguida por todos ellos tomándome fotos en toda su infamia para después venderlas carísimas en las revistas. Creí que en México estaría lejos de todo eso, pues cuando estoy en L.A. es cuando me molestan. Pero me he vuelto inmune a ellos y hago como que no existen. Al ir caminando por la calle me gusta ver mi reflejo en todos los escaparates de mis tiendas favoritas, me arreglo, me acomodo lo que esté fuera de lugar, en fin, soy yo y los escaparates. Suelo salir de compras enfundada de pies a cabeza en mi boho chic, sí, el que me copió Nicole Richie más o menos bien y MK Olsen interpretó a su manera (no reina, el boho es un estilo, no significa ir a una tienda de telas, comprar 3 metros y enfundartela).

Ocasionalmente se me acercan a pedirme un autógrafo y lo firmo, porque uno se debe a su público. Paso por los restaurantes de Polanquito donde la gente me ve y de reojo se que hablan de mí pues les impacta verme en persona y caminando como si nada. De repente volteo y esbozo una sonrisa que me hace parecer amigable mientras en mi mente digo al más puro estilo de mi Tía Geraldine: “¡hola gente fea!” y sigo mi camino.

En fin, continúo mi camino hacia mi coche donde Miss Jinx ya me espera para irnos. Me encanta cuando la hace de mi chofer, porque el outfit es lo más divertido del planeta. Cuando me subo al coche, recibo un e-mail de Madame La Rue para decirme que es urgente que nos reunamos. Parece que tengo una nueva misión.

Al llegar a su casa, me recibe con su habitual mierda astrológica y como no soy nada grosera, mi mente se va lejos, lejos mientras solo la escucho balbuceando en cámara lenta y yo me asoleo en Dubai. Claro mi cara en cambio, es de muchísima atención. Es una técnica difícil, pero la he perfeccionado con el paso del tiempo. Cuando por fin termina de decir tanta tontería, me cuenta acerca de la misión.

Resulta que Karl Lagerfeld se comunicó pues quiere que viaje de inmediato a Nueva York, ya que hay amenazas de terrorismo durante el Fashion Week de aquella ciudad. Los diseñadores son diseñadores, de ninguna manera esperemos que puedan resolver una situación como esa. Y al parecer la policía de la ciudad es insuficiente, si bien se que lo que tienen de trendy los neoyorquinos, lo tienen de brutos. Es cuestión de genética básica, aunque conmigo se rompió la regla, soy trendy e inteligente al mismo tiempo.

Uncle Karl me llamó en nombre de los diseñadores pues es bien sabido que es íntimo amigo mío. Ya se lo que están pensando, ¿cómo puedes ser amiga de ese viejillo maniaco? Obvio es mi amigo porque 1) amo a la gente loca, they are fun! y 2) ¿porque es influyentísimo en la industria? Duh! Claro que me gusta ser su amiga. 3) Me regala ropa y las demás se super arden. Bueno, regreso al punto. Lagerfeld me llamó para pedirme que colaborara con ellos como Jefa de Seguridad de todo el evento.

El cargo no me encantó, me remitía de inmediato a las palabras “gente fea”, pero acepté por ser mi amigo y sobre todo, porque no permitiría que nadie se tomara la libertad de arruinar el único recoveco de frivolidad en su más pura expresión que existe en el mundo. La moda es percibida como una industria de creatividad, expresión y arte, pero c’mon! down to the end (y seamos honestos) es ropa que se vende en cantidades altísimas a gente que no sabe qué hacer con el dinero. Love it!

Miss Jinx y yo viajamos a Nueva York listas para hacer nuestra entrada triunfal por Park Avenue al más puro estilo Sex and The City. Miss Jinx sí es como Charlotte York, pero yo definitivamente no soy como Carrie, she’s sorta tacky (no me malentiendan, la amo con todo mi ser, pero sí es medio naca).

Al llegar a NY y de plano andar con la lengua de fuera y salivando de ver tanta tienda hermosa sin poder comprar por lo apretado de las agendas de trabajo, decidimos que lo primero sería buscar posibles pistas para llegar al autor de las amenazas.

¿Sería el Jezbolá? ¿PeTA? ¿Greenpeace? ¿El Peje? Mmmm no teníamos ni idea. Por casualidad me encontré a mi Tía Miss Tranny Q quien me dijo que estaba en NY pues había sido invitada a participar en una de las pasarelas del show, y es que Heatherette siempre mete trannies como modelos, le dan un toque mucho más sórdido y retorcido, por eso los quiero y la ropa es un super trip!

Miss Tranny Q había comenzado a investigar un poco antes de mi llegada y sospechaba que no tenía nada que ver con ninguna de mis teorías. Para ella el autor de las amenazas era alguien que tenía cierta injerencia en la industria, pues suponía tenía información privilegiada y mandaba los anónimos en momentos en que estaban reunidos todos los diseñadores con los organizadores y claro, hacía flipar a todas las locas al grado de que eso parecía una masacre de pelucas, lentejuelas y plumas.

El caso es que con la información que Miss Tranny Q me había dado podía partir desde un mejor ángulo.

Pedí a Lagerfeld que me permitiera infiltrarme como modelo y de esa manera poder estar todo el tiempo undercover y como soy tan famosa, pues sería el suceso del año, así que era una win-win situation para todos. La primer pasarela en la que participaría sería justamente en la de Lagerfeld, obviamente yo cerraría el espectáculo. Todo estaba listo: la pesada de Anne Wintour en primera fila con su misma cara de frígida de siempre, las odiosas Hilton con todo su entourage (aun si ya no son IT girls ni show stoppers), frente a ellas y afirmando quién está del lado de quién, Lindsay Lohan CON Nicole Richie y Misha Barton y demás D Listers con pretensiones de A listers.

Todo corría normal, el show fue un éxito y salí y partí plaza en el runway, salió Uncle Karl, ovación de pie, todo estupendo, pero algo extraño comenzó a pasar. De la parte de arriba de la pasarela comenzó a salir una especie de mancha color plateado, era como una cabellera que comenzaba a salir y pronto revelaría a su dueña.

Evidentemente estaba molesta pues ¿qué no podía esperar a que yo terminara de ser ovacionada para hacer su numerito? She was stealing my thunder! OGGGHHH! Hubo un apagón en el lugar y cuando volvió la luz ya no había nada. Miss Jinx recogió un pelo y al analizarlo nos dimos cuenta que no era un color natural, era teñido y realmente no pudimos saber mucho mas porque de tanto peróxido ya hasta el DNA se había desecho.

Todo era muy extraño, ¿una cabellera mega oxigenada en plan The Grudge haciendo una aparición preventiva? Mmmm esto ya me estaba intrigando.

Al día siguiente, en el desfile de Dior, decidí dejar que Miss Jinx modelara, pues para que no sintiera que todo lo importante lo hago yo. Se veía muy guapa y muy model-like, pero si ustedes creen que Carrie Bradshaw fue la única en hacer el oso de caerse en pleno runway, están equivocados, justo al comenzar caminar, Miss Jinx se tropezó con el tacón y fue a dar al suelo de boca. Y eso no fue lo peor, sino que ¡se quedó dormida! De inmediato la sacaron de la pasarela y el desfile continuó como si nada hubiera pasado.

Yo ahora estaba sentada junto a Anna Wintour, sí ya dije que la aborrezco, pero no puedo odiarla tanto, esa mujer es mala, mala, pero creo que eso la hace grande. El cuadro era el mismo con la adición de las Jessica y Ashlee Simpson y Hilary y Hayley Duff en plan de “mi hermana es mi mejor amiga”…ring! ring! ring! Boooring!

Vimos el desfile, todo hermosísimo como siempre y sucedió lo mismo. Pero ahora se vio un pedazo de piel como quemada, desapareció al instante. ¡Fue horrible! ¿A qué clase de criatura me estaría enfrentando que ya con su terrorífico aspecto me ponía la piel de gallina?

La noticia del día siguiente es que el desfile de DKNY se cancelaba pues Donna Karan había desaparecido. Uncle Karl estaba desquiciado, pues yo no había podido dar con el culpable, yo serenamente le contesté: “no te preocupes, yo la usé como carnada. Además si desaparece la podemos sustituir con cualquier judía con mal gusto”. Claro que no tenía ni idea de qué había pasado con ella, pero nunca mostraría pánico enfrente de un cliente.

Al seguir investigando, Miss Jinx encontró la pista definitiva, oliendo el pelo oxigenado y llegamos a un penthouse en pleno Upper East Side, donde vimos salir del edificio a un ente calavérico y desgarbado, bastante mal vestida. Poco después sabríamos quién era…