Capítulo 3.1: Bruna Burboise y la Piedra del Faraón K
Persecución en la ciudad. No, no estoy hablando de la canción donde P. Blonde, en sus días mozos con Timbiriche berreaba con gusto. Estoy inmersa en una verdadera persecución por la ciudad. A diferencia de mi Pau, a mi me persiguen en El Cairo, no en México.
Enfundada en un traje de piel negro cortesía de Dior y manejando un BMW rojo super deportivo y equipado para satisfacer mis necesidades, estoy siendo perseguida por los secuaces de Almenza, lídereza de un grupo de contrabandistas que amenaza con robar un tesoro que en manos equivocadas sería peligrosísimo.
Según la extensa investigación que Miss Jinx hizo sobre el caso, en su niñez, Almenza, fue secuestrada por este grupo de contrabandistas como venganza hacia su familia. Resulta que Almenza había nacido en una adinerada familia en Estambul. Su padre se dedicaba al comercio de antiguedades a gran escala. Y por años mantuvo una acalorada disputa con la familia vecina por ver quién era el más poderoso.
Muchas de las antiguedades que ambas familias vendían eran robadas, algunas eran carísimas y se cotizaban muy alto en el mercado negro dependiendo su valor histórico. Se rumora que la familia de Almeza fue quien traficó con el penacho de Moctezuma y por eso acabó en Europa (ay, por mi que se lo queden, aca gente con penachos, nomás dense una vuelta por el Zócalo o la Villa en 12 de diciembre y verán que nos sobran).
Pues Abdalá, el rival del padre de Almenza, decidió deshacerse definitivamente de la competencia. Su plan era distraer al padre de Almenza de su negocio para entonces poder ganar la afrenta. Tras días y días de pensar en cómo haría por fin llegó a la conclusión de que la única manera de separar al padre de Almenza de su negocio, era con una tragedia familiar.
El comerciante pagó a unos contrabandistas egipcios para secuestrar precisamente a Almenza y venderla como esclava en aquel país. El secuestro se efectuó por la noche, sacaron a la niña de apenas 8 años de su dormitorio y nunca más se volvió a saber de ella.
Abdalá logró su cometido, en pocos meses el padre de Almenza estaba en la ruina, pues había agotado todos sus recursos en buscar a su hija sin éxito. La familia de la niña quedó devastada para siempre.
Almenza creció criada entre contrabandistas, que a pesar de tratarla como esclava, le enseñaron todo lo que sabían, hasta que su suerte cambió, pues salvó al grupo de ser capturado por la policía internaconal y decidieron nombrarla su lídereza. H.A.T.E. nació un poco después, cuando cansada de dedicarse al contrabando de antiguedades, Almenza decidió comenzar a cometer actos de terrorismo pues reportaban más ganancias.
La nueva misión de Almenza era robar la tumba de un faraón egipcio K, que estaba protegido por el mismísimo dios Ra, por lo que sus poderes habían sido sobre humanos en sus tiempos. Era un faraón muy temido y la leyenda decía que quién lograra descifrar los códices de su tumba y poseer sus tesoros sería poderoso de por vida.
Y ustedes se preguntarán, ¿para qué quería esta sociopata los poderes de Ra? Pues es justo donde entro yo. Interpol Internacional me llamó por medio de Madame La Rue para que los ayudara en este caso.
Yo descansaba plácidamente en Phuket (a donde decidí ir de vacaciones después de acabar con Ice Queen Kidman) cuando Miss Jinx me avisó que mi sidekick estaba sonando.
-Brunaaaaaaa? Soy Madame…La Rue….
- (Y ahora qué quiere esta fastidiosa?) Hola Mad!! Cómo estás?? Nosotras extrañándote reina!!
- “Ay yo igual, fijate que esto de quedarse en casa a hacer reparaciones estoda una faena. Figurate que un día en la noche, me desperté y se me ocurrió poner alfombra en el techo, he tardado añoooooooos en terminar de ponerla, jiji”
- Ok, Madame, cut the crap…¿qué pasa?
- Oops! Ya se me había olvidado por qué llamaba. Oye Bruna pues fíjate que acaban de llamar de la Interpol y entonces quieren que viajes a Ginebra para que te expliquen de una misión importantísima
- Aha, Madame, ¡te dije que no me agendaras nada de trabajo!
- Si Bruna, pero llevas dos meses de vacaciones y tu estilito de vida no es muy barato que digamos, las cuentas se tienen que pagar y ni modo, tienes que regresar…
- Oshhh! Ni me lo recuerdes…bueno salgo a Ginebra ahora mismo. Miss Jinx has las maletas que nos vamos. Yo ahorita te alcanzo, es que me faltan 15 minutos de este lado y si no el bronceado me quedará disparejo.
Miss Jinx solo hizo una mueca y tuvo que dejar su castillito de arena para irse a arreglar todo. Al día siguiente llegamos a Ginebra. El frio era infame y yo con pura ropa de verano, ¡no había pretexto mejor para ir de compras!
Cuando nos reunimos con Mr. Renoir nos puso al tanto de lo que sucedía. Almenza estaba a punto de dar un golpe en Egipto, teníamos poco tiempo, así que salimos de inmediato a El Cairo. Llegando allá nos estaría esperando nuestro contacto con todo lo necesario para la misión y unos cuantos amenities para hacer de mi estancia lo más cómoda posible.
Entre turistas de la edad de las mismísimas momias, flashes de las cámaras de los japoneses, gente hablando en idiomas extraños y hasta camellos, por fin pudimos identificar a nuestro contacto. Yo estaba a la defensiva pues entre tanta gente podría haber alguien que nos quisiera hacer daño. Unos japoneses me reconocieron pues soy famosísima en Japón por mi línea de perfumes 8obvio baratijas, a mí me pagaron millones por ser la imagen, seguro huelen asqueroso) y comenzaron a disparar los flashes de sus cámaras dejándome completamente cegada aun con los lentes oscuros puestos.
Me espanté tanto que de inmediato los tomé del cuello y soltaron las cámaras.
- A ver sushi brains! O me dejan de tomar fotografías o los juro que de un boob kick los mando directito a las pirámides, pero a la punta para que les duela!!, dije furiosa.¡Qué le pasa a esta gente! ¡Esto es un verdadero caos! Los pobres turistas se fueron corriendo del susto.
Salimos del aeropuerto y llegamos a nuestro hotel, pedí a Miss Jinx que desempacara y tuviera listo mi equipo de trabajo, así que de inmediato puso sobre la cama cinco diferentes dog suits, 8 pares de botas, 10 pares de lentes oscuros y por supuesto todos los dispositivos de comunicación necesarios para llevar a cabo mis misiones.
Cuando estuve lista, Miss Jinx me pasó el reporte completo sobre el upbringing de Almenza y sus intenciones. Aun no lograba descifrar para qué querría el tesoro de la tumba del faraón K. Sabía lo que contenía, pero no sabía cuál era su mobil criminal.
Así que salimos directo a la tumba del faraón y cuando llegamos el equipo de Almenza ya estaba custodiando la entrada, así que decidí buscar otro modo de entrada. Lo más fácil era subir a la punta de la pirámide y bajar directo a la cámara mortuoria para evitar que la loca se llevara el tesoro antes que yo.
- Miss Jinx, no me vayas a soltar. Recuerda que soy delicada y no me gustan los moretones, sentencié a mi compañera.
Poco a poco fui bajando, y si ustedes creen que esa escena la han visto, pues sí, Tom Cruise me la copió para su película Misión Imposible. El enano es tan poco imaginativo que no se le ocurrió otra manera mejor de crear un movie moment.
Cuando estuve cerca de la piedra, comencé a escuchar pasos. Era Almenza que ya estaba entrando a la cámara. Miss Jinx como siempre se quedó dormida y me estaba moviendo como si fuera una piñata, a lo lejos escuchaba “dale, dale, dale. No pierdas el tino”.
- ¡Qué haces grandísima, idiota! ¡Despierta que me estás moviendo demasiado y no puedo agarrar la piedra!
Justo cuando tuve en mis manos la bendita piedra, Almenza alcanzó a descubrirme. En ese momento tuve que recurrir al método más eficaz para despertar a Miss Jinx:
- Miss Jinx!!! Comidaaaaaaaaa!
Como por arte de magia la muy golosa despertó y me jaló hacia arriba. Almenza comenzó a disparar pero sus esfuerzos fueron inútiles pues no alcazó a darme. Una vez arriba y antes de cualquier cosa, le planté a Miss Jinx un bofetón que seguro le dejó el hocico ardiendo.
- Si yo no se por qué sigo trabajando contigo…¡Casi me matan por tu culpa!
Miss Jinx reaccionó de tal forma, que me respondió también con una bofetada que aun ahora me sigue doliendo. Jamás lo había hecho, me dejó perpleja.
- ¡Por que soy la única que te aguanta! Ahora vámonos antes de que salgan de la pirámide, tenemos que escapar.
Y como por arte de magia y aun atontada con el cachetadón, me jaló. Nos deslizamos por uno de los costados de la pirámide y el BMW rojo nos esperaba listo para irnos.
Almenza y sus secuaces no tardaron en aparecer. Mientras manejaba, estaba al teléfono con Mr. Renoir diciendo que tenía en mi poder la piedra y que tenía que tener todo listo en el aeropuerto para nuestra salida.
Como seguramente no conocen El Cairo, les voy a explicar que las calles son un desastre. Son angostas y están llenas de gente que se cruza sin fijarse y puestos, y puestos de puras baratijas que estorban. Una de las camionetas de Almenza nos seguía muy de cerca disparandonos. La gente gritaba y corría y yo no podía mantener el control del coche.
Mientras pensaba en cómo deshacerme de ella, no me percaté de que enfrente de nosotros venía otra camioneta. Estabamos rodeadas. Nuestra única escapatoria sería por el aire, así que pedí a Miss Jinx que se preparara para salir disparada por los aires.
Aceleré a fondo directo hacia la camioneta, justo antes del impacto apreté el botón que nos lanzó por los aires. Los disparos se oyeron y caímos en una azotea. Yo había tenido que cargar a Miss Jinx pues se había quedado dormida. Después de la explosión no hubo rastros de Almenza y su equipo.
Estando a salvo, comencé a mover a Miss Jinx para que despertara pues teníamos que llegar al aeropuerto cuanto antes. No me respondía, yo no me había dado cuenta de que estaba herida, pues sangraba. Seguramente una bala perdida la hirió.
- ¡Miss Jinx, despierta! ¡Te digo que despiertes! Comidaaaaaa!, gritaba desesperada. ¡No me dejes por favor! ¡No me dejes!
¿Y ahora qué hago?
Enfundada en un traje de piel negro cortesía de Dior y manejando un BMW rojo super deportivo y equipado para satisfacer mis necesidades, estoy siendo perseguida por los secuaces de Almenza, lídereza de un grupo de contrabandistas que amenaza con robar un tesoro que en manos equivocadas sería peligrosísimo.
Según la extensa investigación que Miss Jinx hizo sobre el caso, en su niñez, Almenza, fue secuestrada por este grupo de contrabandistas como venganza hacia su familia. Resulta que Almenza había nacido en una adinerada familia en Estambul. Su padre se dedicaba al comercio de antiguedades a gran escala. Y por años mantuvo una acalorada disputa con la familia vecina por ver quién era el más poderoso.
Muchas de las antiguedades que ambas familias vendían eran robadas, algunas eran carísimas y se cotizaban muy alto en el mercado negro dependiendo su valor histórico. Se rumora que la familia de Almeza fue quien traficó con el penacho de Moctezuma y por eso acabó en Europa (ay, por mi que se lo queden, aca gente con penachos, nomás dense una vuelta por el Zócalo o la Villa en 12 de diciembre y verán que nos sobran).
Pues Abdalá, el rival del padre de Almenza, decidió deshacerse definitivamente de la competencia. Su plan era distraer al padre de Almenza de su negocio para entonces poder ganar la afrenta. Tras días y días de pensar en cómo haría por fin llegó a la conclusión de que la única manera de separar al padre de Almenza de su negocio, era con una tragedia familiar.
El comerciante pagó a unos contrabandistas egipcios para secuestrar precisamente a Almenza y venderla como esclava en aquel país. El secuestro se efectuó por la noche, sacaron a la niña de apenas 8 años de su dormitorio y nunca más se volvió a saber de ella.
Abdalá logró su cometido, en pocos meses el padre de Almenza estaba en la ruina, pues había agotado todos sus recursos en buscar a su hija sin éxito. La familia de la niña quedó devastada para siempre.
Almenza creció criada entre contrabandistas, que a pesar de tratarla como esclava, le enseñaron todo lo que sabían, hasta que su suerte cambió, pues salvó al grupo de ser capturado por la policía internaconal y decidieron nombrarla su lídereza. H.A.T.E. nació un poco después, cuando cansada de dedicarse al contrabando de antiguedades, Almenza decidió comenzar a cometer actos de terrorismo pues reportaban más ganancias.
La nueva misión de Almenza era robar la tumba de un faraón egipcio K, que estaba protegido por el mismísimo dios Ra, por lo que sus poderes habían sido sobre humanos en sus tiempos. Era un faraón muy temido y la leyenda decía que quién lograra descifrar los códices de su tumba y poseer sus tesoros sería poderoso de por vida.
Y ustedes se preguntarán, ¿para qué quería esta sociopata los poderes de Ra? Pues es justo donde entro yo. Interpol Internacional me llamó por medio de Madame La Rue para que los ayudara en este caso.
Yo descansaba plácidamente en Phuket (a donde decidí ir de vacaciones después de acabar con Ice Queen Kidman) cuando Miss Jinx me avisó que mi sidekick estaba sonando.
-Brunaaaaaaa? Soy Madame…La Rue….
- (Y ahora qué quiere esta fastidiosa?) Hola Mad!! Cómo estás?? Nosotras extrañándote reina!!
- “Ay yo igual, fijate que esto de quedarse en casa a hacer reparaciones estoda una faena. Figurate que un día en la noche, me desperté y se me ocurrió poner alfombra en el techo, he tardado añoooooooos en terminar de ponerla, jiji”
- Ok, Madame, cut the crap…¿qué pasa?
- Oops! Ya se me había olvidado por qué llamaba. Oye Bruna pues fíjate que acaban de llamar de la Interpol y entonces quieren que viajes a Ginebra para que te expliquen de una misión importantísima
- Aha, Madame, ¡te dije que no me agendaras nada de trabajo!
- Si Bruna, pero llevas dos meses de vacaciones y tu estilito de vida no es muy barato que digamos, las cuentas se tienen que pagar y ni modo, tienes que regresar…
- Oshhh! Ni me lo recuerdes…bueno salgo a Ginebra ahora mismo. Miss Jinx has las maletas que nos vamos. Yo ahorita te alcanzo, es que me faltan 15 minutos de este lado y si no el bronceado me quedará disparejo.
Miss Jinx solo hizo una mueca y tuvo que dejar su castillito de arena para irse a arreglar todo. Al día siguiente llegamos a Ginebra. El frio era infame y yo con pura ropa de verano, ¡no había pretexto mejor para ir de compras!
Cuando nos reunimos con Mr. Renoir nos puso al tanto de lo que sucedía. Almenza estaba a punto de dar un golpe en Egipto, teníamos poco tiempo, así que salimos de inmediato a El Cairo. Llegando allá nos estaría esperando nuestro contacto con todo lo necesario para la misión y unos cuantos amenities para hacer de mi estancia lo más cómoda posible.
Entre turistas de la edad de las mismísimas momias, flashes de las cámaras de los japoneses, gente hablando en idiomas extraños y hasta camellos, por fin pudimos identificar a nuestro contacto. Yo estaba a la defensiva pues entre tanta gente podría haber alguien que nos quisiera hacer daño. Unos japoneses me reconocieron pues soy famosísima en Japón por mi línea de perfumes 8obvio baratijas, a mí me pagaron millones por ser la imagen, seguro huelen asqueroso) y comenzaron a disparar los flashes de sus cámaras dejándome completamente cegada aun con los lentes oscuros puestos.
Me espanté tanto que de inmediato los tomé del cuello y soltaron las cámaras.
- A ver sushi brains! O me dejan de tomar fotografías o los juro que de un boob kick los mando directito a las pirámides, pero a la punta para que les duela!!, dije furiosa.¡Qué le pasa a esta gente! ¡Esto es un verdadero caos! Los pobres turistas se fueron corriendo del susto.
Salimos del aeropuerto y llegamos a nuestro hotel, pedí a Miss Jinx que desempacara y tuviera listo mi equipo de trabajo, así que de inmediato puso sobre la cama cinco diferentes dog suits, 8 pares de botas, 10 pares de lentes oscuros y por supuesto todos los dispositivos de comunicación necesarios para llevar a cabo mis misiones.
Cuando estuve lista, Miss Jinx me pasó el reporte completo sobre el upbringing de Almenza y sus intenciones. Aun no lograba descifrar para qué querría el tesoro de la tumba del faraón K. Sabía lo que contenía, pero no sabía cuál era su mobil criminal.
Así que salimos directo a la tumba del faraón y cuando llegamos el equipo de Almenza ya estaba custodiando la entrada, así que decidí buscar otro modo de entrada. Lo más fácil era subir a la punta de la pirámide y bajar directo a la cámara mortuoria para evitar que la loca se llevara el tesoro antes que yo.
- Miss Jinx, no me vayas a soltar. Recuerda que soy delicada y no me gustan los moretones, sentencié a mi compañera.
Poco a poco fui bajando, y si ustedes creen que esa escena la han visto, pues sí, Tom Cruise me la copió para su película Misión Imposible. El enano es tan poco imaginativo que no se le ocurrió otra manera mejor de crear un movie moment.
Cuando estuve cerca de la piedra, comencé a escuchar pasos. Era Almenza que ya estaba entrando a la cámara. Miss Jinx como siempre se quedó dormida y me estaba moviendo como si fuera una piñata, a lo lejos escuchaba “dale, dale, dale. No pierdas el tino”.
- ¡Qué haces grandísima, idiota! ¡Despierta que me estás moviendo demasiado y no puedo agarrar la piedra!
Justo cuando tuve en mis manos la bendita piedra, Almenza alcanzó a descubrirme. En ese momento tuve que recurrir al método más eficaz para despertar a Miss Jinx:
- Miss Jinx!!! Comidaaaaaaaaa!
Como por arte de magia la muy golosa despertó y me jaló hacia arriba. Almenza comenzó a disparar pero sus esfuerzos fueron inútiles pues no alcazó a darme. Una vez arriba y antes de cualquier cosa, le planté a Miss Jinx un bofetón que seguro le dejó el hocico ardiendo.
- Si yo no se por qué sigo trabajando contigo…¡Casi me matan por tu culpa!
Miss Jinx reaccionó de tal forma, que me respondió también con una bofetada que aun ahora me sigue doliendo. Jamás lo había hecho, me dejó perpleja.
- ¡Por que soy la única que te aguanta! Ahora vámonos antes de que salgan de la pirámide, tenemos que escapar.
Y como por arte de magia y aun atontada con el cachetadón, me jaló. Nos deslizamos por uno de los costados de la pirámide y el BMW rojo nos esperaba listo para irnos.
Almenza y sus secuaces no tardaron en aparecer. Mientras manejaba, estaba al teléfono con Mr. Renoir diciendo que tenía en mi poder la piedra y que tenía que tener todo listo en el aeropuerto para nuestra salida.
Como seguramente no conocen El Cairo, les voy a explicar que las calles son un desastre. Son angostas y están llenas de gente que se cruza sin fijarse y puestos, y puestos de puras baratijas que estorban. Una de las camionetas de Almenza nos seguía muy de cerca disparandonos. La gente gritaba y corría y yo no podía mantener el control del coche.
Mientras pensaba en cómo deshacerme de ella, no me percaté de que enfrente de nosotros venía otra camioneta. Estabamos rodeadas. Nuestra única escapatoria sería por el aire, así que pedí a Miss Jinx que se preparara para salir disparada por los aires.
Aceleré a fondo directo hacia la camioneta, justo antes del impacto apreté el botón que nos lanzó por los aires. Los disparos se oyeron y caímos en una azotea. Yo había tenido que cargar a Miss Jinx pues se había quedado dormida. Después de la explosión no hubo rastros de Almenza y su equipo.
Estando a salvo, comencé a mover a Miss Jinx para que despertara pues teníamos que llegar al aeropuerto cuanto antes. No me respondía, yo no me había dado cuenta de que estaba herida, pues sangraba. Seguramente una bala perdida la hirió.
- ¡Miss Jinx, despierta! ¡Te digo que despiertes! Comidaaaaaa!, gritaba desesperada. ¡No me dejes por favor! ¡No me dejes!
¿Y ahora qué hago?
4 Comments:
Noooooooo!!! Y que pasa con Miss Jinx!!!! Can't Wait 'till NEXT TIME.... pan pan pan (sonidos de suspenso jajaja)
un abraxo mi queridisima Bruna!
Tengo una idea... ahora que ALIAS llego a su final... vamos a llevarte a la pantalla chica? que opinas brunita? serìàs un hitazo!!!!
Besos
Probáblemente Bruna se de cuenta por fin de lo afortunada que es de tener a Miss Jinx a su lado y le empiece a tratar acorde (yeah, sure!)
Felicidades por otro excelente capítulo!!!
OMG!!!!! Esta bunisimo esto......
Que bueno que volviste eh! Saludos
Publicar un comentario
<< Home